lunes, 19 de octubre de 2015

Prologo



 



Hace tres meses  . . .

 Finalmente tengo mi primera cita con Pablo esta noche. Nos conocimos en internet hace más o menos un mes y hemos estado hablando sin parar desde entonces. Suena el timbre y prácticamente corro a los escalones. Mi corazón está latiendo tan rápido y tengo mariposas en el estómago.Cuando abro la puerta, mi corazón se detiene, y antes de que pueda gritar, él arroja algo sobre mi boca. Trató de luchar, pero después de un minuto caigo al suelo. 

Está moviendo sus manos arriba y abajo por mi cuerpo, sobre mis pechos y pasando sus dedos por mi cabello. Está destinado a ser un toque seductor y amoroso pero me hace enfermar. Trato de abrir mis ojos pero ellos no cooperan, me está diciendo cuan felices seremos los dos juntos y cuanto ha esperado por esto. Necesito abrir mis ojos, necesito gritar por ayuda, pero no puedo.  

Sus manos rudas me acarician mientras lloro silenciosamente. Sus manos se sienten como armas que me están atacando. Me dice. —No puedo esperar para poder hundirme profundamente en ti. —No por favor. Por favor no lo dejes hacerme esto. Sus manos están envueltas a mí alrededor, llevándome hacia algún lugar. Solo quiero ir a casa. Quiero que deje de tocarme. Quiero escapar. Trato de mantenerme despierta pero todo se vuelve negro. 

Está tan oscuro que no puedo ver ni dos centímetros por delante de mí y no tengo ni la remota idea de en dónde estoy. Mis muñecas están atadas detrás de mí, creo que con una soga. Mis tobillos están atados tan juntos que estoy empezando a perder la sensibilidad en todos los miembros. Mi boca está tapada, asegurándose de que no pueda obtener ayuda de nadie. Mientras estoy aquí, atrapada, solo puedo pensar en lo estúpida que fui. 

Todo lo que quería era tener a alguien como todos los demás, pero mi estúpida desesperación me trajo aquí. Benja es un malvado bastardo, así que sé que lo que está planeando para mi va a ser malo. Una serie de ruidosos “pops” hacen que mi estómago caiga. Disparos. Rezo silenciosamente para que no estuvieran destinados hacia alguien que amo. No ser capaz de ver realmente agudiza tus otros sentidos. Puedo oír un auto estacionarse, y un par de tacones en el pavimento. 

Trato de sacudirme o moverme, algo para hacer ruido, pero es inútil. Los pasos se alejan, dejándome sola una vez más. Mi pecho está realmente apretado y se está haciendo cada vez más difícil respirar. Necesito mi inhalador. Trato de abrir mi boca para hacer un agujero en la cinta adhesiva, y así poder respirar por la boca, pero no funciona. Toso para tratar de aflojar un poco la tirantez, pero con mi boca cerrada, se siente como si cada respiración que tomo me está sofocando lentamente. Trató de inhalar otra vez pero parece que no puedo exhalar lo suficientemente rápido antes de necesitar aire otra vez. 

 Ahora escucho sirenas y estoy rezando para que alguien, quien sea, me encuentre. Mi cabeza está golpeando y siento como si estuviera girando incluso aunque sé que no. Necesito mi medicina urgentemente, pero tengo muy poca esperanza de obtenerla. El chirrido de los frenos y las puertas golpeándose me sobresaltan. Ahora estoy empezando a desvanecerme y mantener mis ojos abiertos parece un trabajo de tiempo completo. Una serie de maldiciones son gritadas por quienquiera que se baje del auto. Tiene que haber por lo menos tres o cuatro personas, pero todas están hablando y estoy tan ida que no puedo descifrar a quiénes pertenecen las voces. 

Yazgo aquí, deseando poder rebobinar la noche. Quizás no estoy destinada a estar con alguien. De todos modos eso es lo que me metió en este lio, ¿verdad? Mi necesidad de ser amada por alguien, mi estúpida fantasía de que encontraría a alguien que sería perfecto para mí como todos los demás en mi vida. 

Escucho ruidos. Creo que quizás sean personas hablando, pero estoy tan ida que no puedo registrar nada de lo que está sucediendo. Cierro mis ojos y me rindo a la idea de que quizás no vaya a ser encontrada. Escucho una mezcla de sonidos. Todos están a mí alrededor pero nadie sabe que estoy aquí. 

Me despierto de golpe por una brisa fría, pero mis ojos están tan pesados que ni siquiera puedo abrirlos del todo. El brazo de alguien me rodea y levanta. Quiero luchar, pero no tengo energía. Sus toques se sienten como fuego en mi piel y no puedo soportarlo. No quiero ser sostenida, solo quiero estar sola. Voy a la deriva en el sueño mientras siento a la persona bajarme.

 Mi último pensamiento es que si salgo viva de esto, nunca me pondría en la posición de ser afectado por nadie nunca más. 

Chicas, bueno aquí empieza esta historia, me gustaría que me den la opinión del vídeo que hice de trailer de la nove 

PD: comenten y las quiero 


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