jueves, 22 de octubre de 2015

capitulo 2





Mientras cierro la puerta del auto, la realización de que no conozco a este tipo en absoluto se asienta en mí. Me giro para mirarlo y él me está mirando con tanta intensidad que mi interior se aprieta.

 —Así que, ¿cuál es tu nombre? 

Se ríe de mi hasta que se da cuenta que es enserio 

—¿No lo sabes? 

—No, no tenía idea de quien eras hasta que te pusiste detrás de mí en el escenario. 

En unos segundos, está tan cerca de mí que si estuviera un centímetro más cerca estaría encima de mí. Baja su cabeza y pasa su nariz a lo largo de mi cuello. 

—Hueles jodidamente delicioso —Besa mi cuello y dejo salir un gemido involuntario. 

Su mano que está descansando en mi cadera se aprieta y muerde mi cuello. Es doloroso pero al mismo tiempo lleno de placer. Agarra el dobladillo de mi camiseta y es como un salto a la realidad. Ni siquiera sé el nombre de este tipo, o algo sobre él. Lo empujo lejos y me mira con una mezcla de confusión e irritación escrita en su rostro.  

—No hay forma de que tengamos sexo en la parte trasera de este auto. No sé absolutamente nada de ti.  

Me estudia por un minuto antes de relajarse contra el asiento. 

—Esta bien, ¿qué quieres saber?  

—¿Exactamente cómo descubriste donde vivía?  

—Puedes encontrar lo que sea con la cantidad justa de dinero. 

— No me está diciendo nada y me estoy irritando cada vez más. 
—¿Por qué apareciste? 

Levanta una ceja hacia mí. 

—¿No es obvio? —Mí mirada en blanco debe decirle que no lo es—. Quiero terminar lo que empezamos. 


Oh mi Dios. 
¿Lo dice enserio? 

—¡Disculpe! —Le grito a quien sea que este conduciendo, todo lo que puedo ver es la parte de atrás de la cabeza de un tipo—. ¿Puede por favor estacionar? —el auto se detiene y alcanzo la manija de la puerta. 

El agarra mi mano y lo miro

—¿Qué estás haciendo? 

—Quizás tuve un lapso en mi juicio antes del show, pero no soy una fanática puta que vas a follarte en el asiento trasero de tu auto. —Su mano se aprieta alrededor de mi cintura. Levanto mi mano libre y abro la puerta sin darle la posibilidad de decir algo. Mirando alrededor, noto que no estoy muy lejos de la casa. Empiezo a caminar y pienso en cómo demonios me metí en esta situación. 


Cuando miro atrás, el SUV aún está ahí. Me pregunto qué está haciendo. Me enoja que pensara que iba a tener sexo con él en su auto. Bueno, tú lo dejaste tocarte cuando ni siquiera había pasado un minuto de conocerlo. Me dejo recordar cómo se sintió tener sus manos en mí. ¿Qué demonios es tan especial acerca de él? ¿Por qué dejo que me toque? Mientras doblo en la esquina, miro al auto que aún sigue ahí. Me sorprende cuán silenciosa está la casa cuando regreso. 

Todos deben haberse ido al departamento de los chicos o a la casa de Gas. Me dirijo a mi habitación, completamente exhausta, me pongo mi pijama y me arrastro debajo de las sabanas. Mi teléfono suena mientras estoy a la deriva en el sueño. Por un segundo me pregunto si tomarlo o no, pero soy muy curiosa para no ver qué sucede. Es un mensaje de Facebook. Cuando abro la aplicación, tengo un mensaje de alguien llamado Peter Lnazani. ¿Quién demonios es ese? Cliqueo su foto y creo que mi corazón se detiene. Es él.  

Peter: Estoy volviendo para recogerte. 

¿Este tipo habla enserio? No me lo está preguntando, sino que básicamente me lo está ordenando. Ya tengo a Gas actuando como mi padre, definitivamente no necesito a este tipo haciéndolo también. 

Yo: No te molestes, no estoy interesada en tener un novio o salir con alguien ahora. 

Tengo suficiente mierda pasando en mi vida sin el metiéndose en la mezcla. 

Peter: No quiero ser tu novio. 

Yo: Esta bien, bueno en ese caso tampoco necesito más amigos. 

Peter: No quiero ser tu amigo. 


Ni siquiera he hablado mucho con este tipo pero juro que habla con acertijos. 

Yo: ¿Entonces qué quieres de mí? 

A diferencia de las otras respuestas, esta no fue inmediata. Por un momento, pienso que no va a responder en absoluto. Estoy a punto de cerrar mis ojos y entregarme al sueño cuando escucho el timbre, sorprendiéndome y haciéndome saltar. Me levanto, comienzo a bajar los escalones, y de repente estoy de vuelta en esa noche. 

 Estaba tan emocionada y esperanzada porque algo “funcionara” con Pablo que fui una jodida idiota. 

Abro la puerta y ahí está. 

Peter Lanzani. 

Es ridículo que solo sepa su nombre por Facebook. En mi defensa, sí se lo pregunté, pero él se abalanzó sobre mí como una animal en celo. No me ha dicho nada y su penetrante mirada está empezando a hacerme temblar. 

—¿Por qué estás aquí? 

Sonríe. 

—Te dije que iba a volver por ti. 

—Te dije que no lo hicieras. 

Camina hacia mí y yo retrocedo hasta que estoy presionada contra la pared detrás de mí. Acercándose a mí, patea la puerta con su pie, cerrándola. 

—Sin embargo, nunca llegué a contestar tu pregunta —tomo una respiración, abrumada por su proximidad—. Pregúntame otra vez. — ¿Preguntarle qué? Apenas puedo pensar con el tan cerca de mí. Se estira y enrosca su mano en mi pelo, agarrando mi cuello y haciendo que lo mire—. Pregúntame. Otra. Vez.  

Mierda. ¿Qué demonios le pregunto? De repente recuerdo y mi cuerpo se calienta—. ¿Qué quieres de mí? 

Me mira con ojos entornados 

—Te quiero de todas las formas físicamente posibles. —Su boca se estrella contra la mía, su lengua inmediatamente entra en mi boca y domina todos mis sentidos. 

Me derrito contra él, mis piernas demasiado inestables para sostenerme. Sus manos van hacia abajo, agarrando mi trasero y levantándome mientras envuelvo mis piernas alrededor de su cintura. 

En este punto, estoy lista para tirar mi moral por la ventana. Alguien grita y miro hacia arriba para ver a Cande parada en la puerta. Su mano esta sobre su boca y sus ojos están enormes.

 Entierro mi cabeza en el hombro de Peter queriendo desaparecer.

 —¡Saca tus malditas manos de mi hermana! —Mi cabeza se levanta de golpe para ver a Gas parado ahí. Mátame. Ahora. Miro de vuelta hacia Peter pero él no le está prestando atención a nada excepto a mí. 

Baja su boca, la presiona contra la mía y por un minuto olvido que hay alguien más aquí—. ¿Tienes algún jodido problema? —cuando abro mis ojos, Gas se está acercando a nosotros. 

Peter me baja al suelo y se para frente a mí como si me estuviera protegiendo. Realmente debería ser al revés porque Gas luce como si estuviera listo para matarlo. Ahora están cara a cara y me estoy preparando para intervenir si es necesario. 

—Dije que quitaras tus manos de ella.

 Peter se ríe y luego se gira hacia Gas. Se inclina y pone otro beso en mis labios. 

—Te veo pronto Ángel. Si decides seguirme, te espero afuera en diez minutos. 

Se mueve pasando a Gas, ni siquiera reconociendo su presencia. Estoy sonriendo como una idiota mientras el sube de nuevo al SUV que está estacionado en nuestra entrada. Ahora Gas está parado delante de mí, luciendo como si estuviera a punto de explotar. 

—¿Qué es pasando contigo? —Suena más como una acusación que una pregunta. Sin embargo, no tengo idea de cómo contestar esa pregunta. 

Peter es peligroso para mí, puedo decirlo solo por las pocas interacciones que hemos tenido. Por alguna razón, él es capaz de tocarme, y de un modo extraño, reconfortarme. Por segunda vez hoy, tomo una decisión que realmente está fuera de lugar. Subo hacia mi habitación y agarro mi bolsa de lona. 

Mi puerta se abre de un golpe —¿Qué demonios creer que estás haciendo? NO vas a ir con ese idiota. 

Saco mi teléfono y le mando un mensaje a Peter diciéndole que me espere. Ignorando completamente a mi autoritario hermano, continuo arrojando cosas dentro de mi bolsa. Sé que Gas solo está buscando mi mejor interés, pero algunas veces me enoja mucho. ¿Lo que estoy haciendo es impulsivo? Sí. ¿Es una locura? Posiblemente. Pero es lo que yo quiero hacer y maldita sea voy a tomar mis propias decisiones. Agarro mi bolsa, camino pasando a Gas, y bajo las escaleras 

— ¡Lali espera!

 Me giro 

—¿Qué? 

Gas luce como si no tuviera idea de que decir. Odio que luzca tan molesto justo ahora, pero necesita aprender a dejarme vivir mi propia vida. 

—Por favor no te vayas, lo siento. Has hecho tu punto. 
  
—No es sobre hacer un maldito punto, Gas. Quizás al principio solo quería molestarte, pero quiero ir —Le doy un beso en la mejilla—. Te amo. 

Camino hacia el SUV aun aparcado en la entrada y abro la puerta. Cuando miro de nuevo la casa, Gas está parado en la puerta. Lo saludo con la mano y luego entro al auto. Actúa como si me estuviera yendo para siempre, solo estoy yendo porque… de repente me doy cuenta de que no tengo idea de lo que estoy haciendo. Mientras se aleja, tengo un mini ataque de pánico. ¿Qué demonios estoy haciendo? Empaqué una maleta pero ¿Cuánto tiempo espera que me quede? ¿Siquiera quiere que me quede o solo que vaya a su hotel? Oh Mi Dios, su hotel. Espero que no crea que vayamos a tener sexo esta noche. Mierda, probablemente lo hace. ¿En qué más pensaría cuando acordé ir con él?  

Miro hacia él y me está examinando —¿Qué?  

—Solo trato de entenderte. —Niega y luego pasa su atención hacia el celular. 

Necesito saber qué demonios voy a hacer. Soy tan idiota por venir con él. Gas tenía razón; esto es sobre mí probándole un punto a él. Justo cuando abro mi boca para decirle a Peter que esto es un error y pedirle que me lleve a casa, agarra mi mano. Todo mi cuerpo se tensa. ¿Cómo puede hacerme esto? ¿Por qué estoy bien con él? Me he estado haciendo esta pregunta al menos una docena de veces desde que lo conocí.  

Tira de mi brazo, empujándome hasta que estoy contra su costado. 

—Piensas demasiado —Su mano levanta mi barbilla mientras su otra mano toca la mía. 

Cuando me besa todo lo demás se desvanece. Siempre estoy tan preocupada sobre lo que le gente pensará de mí, y de lo que los demás dirán. Es agotador y he terminado con eso. Me giro y me coloco de modo que estoy a horcajadas sobre él. Quiero a Peter y no me importa lo que piensen los demás. Me alejo de él. 

—¿Dónde estamos yendo? 

—Le dije al conductor que manejara por los alrededores ¿A dónde quieres ir? 

¿Realmente puedo decirle esto? ¿Realmente quiero esto? Su mano rosa mi espina dorsal y toda la piel de mi cuerpo se pone de gallina. Demonios sí, quiero esto. Meto mis manos en su pelo y estrello su boca contra la mía, haciendo mis intenciones completamente claras. Se aleja de mí. 

—Marco, llévanos al hotel. 
  
Marco no contesta, pero gira el auto. Realmente voy a hacer esto. Mi teléfono suena y cuando lo miro tengo más de diez mensajes. La mayoría son de Gas diciéndome que vuelva, que no hiciera algo de lo que me arrepentiría y que le mandara un texto haciéndole saber que estaba bien. Amo a mi hermano muchísimo, pero a veces me vuelve loca. Le mando un mensaje a Gas para que sepa que estoy bien y luego mi teléfono es arrebatado de mi mano. Levanto la vista y Peter me está mirando. 

—Tu eres mía ahora —Pasa sus manos por mis costados, trazando mis curvas—. Dilo. 

Lo miro con confusión —¿Decir qué? 

—Di que eres mía. 

¿Lo está diciendo en serio? Acabo de conocerlo. 

—No.

 Sus dedos se doblan en mis caderas. 

—Dilo. 

—No, no soy tuya. Apenas te conoz… 

Me besa y al mismo tiempo nos gira así que ahora él está encima de mí. Sus manos rápidamente viajan hacia abajo por mi cuerpo y debajo de mis pantalones del pijama. Antes de que pueda protestar, empuja dos de sus dedos dentro de mí y dejo salir un gemido gutural. Sus dedos me acarician áspera y rápidamente mientras su pulgar frota círculos alrededor de mi clítoris. Joder, esto se siente bien. Arqueo mi espalda, el placer es casi insoportable. Estoy tan cerca del orgasmo. Hundo mis uñas en sus hombros.  Entonces deja de moverse por completo y miro hacia arriba para encontrarlo sonriéndome. 

—Dilo Ángel. 

¿Qué? Así que este es su plan. Su pulgar frota otro círculo contra mí. 

—Dios por favor.

  Niega. 

—Dilo.

 ¿En serio? Este jodidamente loco si cree que lo diré, su boca desciende sobre mi cuello y pecho, lamiendo, chupando y mordiendo cada pedazo de carne que pueda encontrar. Necesito que me lleve allí, esto es una jodida tortura. 

—Está bien.

  —¿Está bien qué? Quiero oírte decirlo. 

Es un maldito loco del control. 

—Soy tuya. 

—Lo sé. Jodidamente no lo olvides. 

—Estoy a punto de decirle que se joda cuando comienza a moverse otra vez. Su lengua está trazando lentamente la línea de mi clavícula mientras sus dedos vuelven a trabajar. Mi interior se aprieta y caigo en uno de los orgasmos más intensos que he tenido.  
Estacionamos fuera del hotel y me mira con una sonrisa complacida en su rostro. 

—Justo a tiempo. 

Su conductor sale y trato de lucir presentable y menos como si acabara de ser manoseada en la parte trasera del auto. El me arroja algo, lo atrapo y veo que es una sudadera negra. Lo miro como preguntándole para que es. 

—Póntela y súbete la capucha. 

—¿Por qué? 

Parece irritado. 

—Porque esos fotógrafos idiotas siempre están escondidos en algún lugar. Soy una persona privada y no pretendo darles algo que puedan usar. —Tiro de la sudadera sobre mi cabeza, dejando la capucha alta—. Mantén tu cabeza baja y no los mires. 

La puerta del auto se abre y agarra mi mano. No veo cual es el gran problema, no hay nadie aquí afuera. Estamos casi en el hotel cuando alguien con una cámara parece salir de la nada. Antes de que ni siquiera tenga oportunidad de parpadear, hay cinco de ellos y las luces aparecen de todos lados. Mantengo mi cabeza baja, pero eso no me ayuda a ignorar todas las cosas que nos están gritando. 

—¿Quién es la nueva, Peter? ¡Déjanos ver a la chica afortunada! ¿Está en realidad va a conseguir pasar la noche? —Casi los miro y les levanto el dedo pero luego recuerdo lo que me dijo. No les des nada que puedan usar. Nos detenemos y cuando espió hacia arriba veo que están parados en frente de la entrada de la puerta. 

—¡Vamos, solo una foto y nos iremos! —El agarre de Peter en mis manos se aprieta 

—Necesitan moverse antes de que yo los haga moverse. —Su voz es fría y si fuera ellos, me movería. Casi todos se movieron fuera del camino excepto por uno. 

—Vamos Peter, déjanos ver tu conquista. 

Su mano aprieta la mía al punto donde dejo salir un gemido. En menos de un segundo, me deja ir y veo al tipo salir volando a un lado. El agarra mi mano otra vez y me guía dentro de hotel. Mientras esperamos el ascensor, saca su celular. 

—Si, escucha, probablemente voy a ser demandado por algún jodido fotógrafo… le dije al maldito que se moviera y no escuchó… lo que sea, solo págale cuando llame. Mira hacia mí por primera vez desde que salimos del auto —¿Estás bien? 

Asiento, tratando de procesar todo 

—¿Por qué no contratas un guardia de seguridad? 
  
—Lo hago para grandes eventos, pero cuando estoy entrando a mi hotel no siento que lo necesite, ¿Por qué? 

El ascensor suena y entramos. Desliza la llave de su habitación en la ranura y luego presiona el número del piso. Así es como sabes que tienes dinero, ni siquiera puedes ir a tu piso sin una llave. Me mira como si estuviera esperando para que dijera algo. Mierda, me había preguntado porque quería saber lo de seguridad. 

—No lo sé. Solo creo que puede ser peligroso a veces con fans locos o fotógrafos como esos. 

Se mueve hasta que está parado detrás de mí, pone sus manos en mis caderas y me empuja hacia él. Puedo sentir el bulto en sus pantalones presionándose contra mí y estaría mintiendo si dijera que no me estaba excitando. Rasca mi cuello con la barba de su barbilla, haciéndome temblar 

—¿Por qué, estas preocupada por mí?

 Peter me gira y me coloca contra la pared del ascensor. Su boca instantáneamente posee la mía, las dos moviéndose con sincronía como si fueran una. Sus manos aprietan mi culo tan duro que seguro dejó marcas. La puerta del ascensor se abre, rompiendo el hechizo y enviándonos de vuelta a la realidad. 

—Joder, Ángel, no tienes idea de lo que me haces. 

Toma mi mano otra vez y me guía fuera del elevador. Estoy tan ansiosa por lo que está por suceder y caminar hasta su habitación se siente como una eternidad. ¿Estoy lista para hacer esto? Nunca fui la chica que simplemente se entrega a un chico al azar. 

Hay algo acerca de Peter, pero no tengo idea de que es. Él es egocéntrico, arrogante, y definitivamente no es un príncipe azul. Quizás, es por eso que me gusta. Quizás no quiero ser salvada por el príncipe encantador. Quizás quiero ser corrompida por el malvado rey

Incluso después de lo que pasó con Benja creerías que sería más cuidadosa, más atenta. No tengo idea de por qué no lo soy. Quiero decir, no es como si él fuera este increíble y maravilloso tipo que sé que nunca me lastimaría. Si soy honesta conmigo misma, el probablemente me aplastará, pero aun así no puedo resistir.

  Entramos a su habitación, y antes de que pueda admirar su grandeza, él está sobre mí. Sus manos parecen estar en todos lados y su beso es abrumador. Muerdo su grueso labio inferior de la forma que he querido hacer desde la primera vez que puse mis ojos en él. Peter deja escapar un gruñido primitivo y luego me levanta y arroja sobre su hombro. Sin esperármelo, grito y mientras camina hacia la cama, tengo mariposas en mi estómago. 

Peter me arroja sobre la cama e inmediatamente se coloca sobre mí. Esta besando mi pecho y masajeando los huesos de mi cadera. Agarro el dobladillo de su camiseta y se la quito. Sus manos corren hacia arriba por mi cuerpo hasta que descansan en mi pecho, sus dedos trazando las curvas de mi clavícula, cierro mis ojos mientras disfruto su toque. Agarrando la parte superior de mi top, lo rompe a la mitad. 

—¡Qué demonios Peter! Podrías solo… —Silencia mis argumentos con su boca. Afortunadamente, cuando desliza sus manos hacia abajo y alcanza mis pantalones, los desliza en vez de romperlos. Peter se para, camina hacia su maleta y regresa con un condón en su mano. Realmente odio esas cosas, pero solo Dios sabe dónde ha estado. Se quita los pantalones y desliza el condón sobre su impresionante longitud. Tengo que admitir que mirarlo me intimida. Él es por mucho el chico más caliente en el que he puesto mis ojos. Bajando sobre mí, comienza a besarme desde mi clavícula todo el camino hacia mi cintura. Cuando llega a mi ropa interior de encaje, captura el frágil material entre sus dientes y lo tira por mis piernas hasta que cae al piso. Entonces Peter lentamente besa un camino por mi pierna, deteniéndose en mi centro. Se detiene y me levanto sobre mis codos para ver lo que está haciendo. Cuando baja su cabeza y toma mi clítoris en su boca, levanto mis caderas para encontrarlo. Estoy desesperada por su toque en todas las maneras posibles. Me dejo caer de espaldas en la cama y disfruto de la forma en la que su boca se siente sobre mí. 
Cuando se detiene otra vez, estoy lista para gritar de frustración y levanto mis codos así podré verlo otra vez. 

—¿Por qué te detuviste? —Sueno como una niña llorona que acaba de perder su juguete favorito. Peter me sonríe. 

—Quiero tus ojos en mí. Quiero ser capaz de ver lo que te hago. Si miras lejos, me detengo.— ¿En serio? Él es tan malditamente controlador. Me mira como esperando una respuesta. Asiento y continua haciéndome cosas que me hacen sentir como si fuera a explotar en un millón de pedazos. Mantener mis ojos enfocados en él no es fácil cuando todo lo que quiero hacer es poner mi cabeza en la cama y disfrutar todas las sensaciones. Mis músculos comienzan a apretarse y puedo sentir el orgasmo construyéndose.

 —Vamos Ángel. Sé que estas cerca y no puedo esperar a ver como luces cuando te rompes.— Eso es todo lo que toma. Oírlo hablarme con esa voz ronca y tener sus manos sobre mí me empuja sobre el borde. Grito mientras mi liberación atraviesa mi cuerpo. Antes de que pueda recuperar mi aliento, Peter se cierne sobre mí, tragándose mi último grito con su beso. Se retira y me mira 

—¿Estás lista?  

¿Cree que soy virgen? Si lo fuera, definitivamente estaría muy asustada de venir aquí con él. Paso mis menos por su cabello. 

—No es mi primera vez. —Levanto mis labios para encontrar los suyos pero mueve su cabeza hacia atrás, fuera de mi alcance. 

—Ahí es donde te equivocas bebe —lo miro con confusión. ¿De qué demonios está hablando?—. Veras, podría bien ser tu primera vez, porque lo que estoy a punto de hacerte, te lo garantizo ningún hombre lo ha hecho. 



DEMONIOS CHECAS ESTO ES JODIDAMENTE FUERTE!!
 el realmente agarro su clítoris con la boca? y leen lo ultimo que le dijo esta como para venirse jkjkj realmente este cap estuvo caliente y eso que solo es el segundo 

Pd: las quiero y comenten 

5 comentarios:

  1. Chicas estoy pensando en cambiar el estilo del blog , que les parece ??????

    ResponderEliminar
  2. Oye en serio es super fuerte la novela, me encanta y no desaparezcas del grupo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. no lo haré pasa que no estoy con el cel por que esta confiscado por mi papa jdshdj

      Eliminar
  3. Hija de la gran puta (con amor hacia tu mamá ❤) Subeme otro caaapiituuloo yaaaa! Esta buena la novela, vas a tener que decime donde las consigues jajaja.

    PD:A tu padre que te devuelva el celular ya, te quiero perra cachonda ❤❤

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. nunca habia leido tanto amor en unas pequeñas fraces , el amor es mutuo pequeña gran montadora de...... ya sabes que montas cori

      Eliminar