sábado, 24 de octubre de 2015

capitulo 5




Camino en el corredor y me dirijo a la salida. Cuando escucho pisadas detrás de mí, me apresuro. Abro la puerta hacia el estacionamiento, entrando en pánico por un minuto porque me olvidé de todos los fotógrafos. Aunque cuando miro alrededor, nadie está allí. 

Mientras trato de darme cuenta en donde estoy, camino a la calle, dándome cuenta de que necesito un taxi. Cuando escucho una puerta cerrándose, miro hacia atrás para encontrar a Peter parado en frente de la puerta, escaneando el estacionamiento. Apuntándome, comienza a caminar detrás de mí. Puede parecer loco pero comienzo a correr. La cosa es, que no quiero alejarme con él. Bueno, tal vez sí. Como sea, definitivamente no estoy lista para huir con él.

 Aunque sé que si me atrapa y tienta en la manera que siempre lo hace, me rendiré. No puedo resistirme a él y lo sabe. Alcanzo el puente y levanto un brazo para hacer parar un taxi y uno lo hace. Agarro la manija de la puerta cuando una mano se posa sobre la mía. Miro hacia arriba para ver al hombre que odio, deseo, quiero y que no puedo soportar al mismo tiempo. 

—¿Pararás de huir de mí? —casi gruñe las palabras y estaría mintiendo si digo que no me calentó. Es realmente patético que todo lo que ese hombre hace me calienta.

 —Necesito irme, Peter. Esto no es algo para lo que esté lista y no vas a forzarme a hacerlo —miro a mi alrededor porque hay personas mirándonos. 

Peter debe haber agarrado un sombrero antes de decidir seguirse así que supongo que él cree estar de incognito. 

—¿Para qué no estás lista? Te dije que no quiero este maldito compromiso —pasa sus manos por mis costados, haciendo que mi piel se erice por todo mi cuerpo—. Simplemente. Te. Deseo. A. Ti 

Con cada palabra me convence más y más de rendirme. No, no estoy lista para esto. —No. 

Golpea el auto, haciendo me saltar.

 —Has lo que quieras, Ángel. 

Peter me muestra su espalda y camina de vuelta al edificio. Quiero seguirlo. No quiero perderlo. Sé que solo lo he conocido por un maldito día, pero no me he sentido así de viva antes. Tan malo como es para mí, creo que lo hace dos veces mejor. Una lágrima escapa de mi ojo y rápidamente la limpio. Esto es por lo que necesito irme. Estoy demasiado enganchada y no lo he conocido por demasiado tiempo. ¿Qué pasará después de semanas o meses? Me meto al taxi, le doy mi dirección al conductor, y mientras se comienza a alejar miró al edificio. La puerta está tan lejos pero puedo ver a alguien parado en ella. Con suerte, no cometí una mala decisión.

 Cuando llego a casa, todos están en la sala de estar pero no quiero hacer una charla y pretender que mi cabeza no es un lio. Subo las escaleras y me tiro a mi cama. Decido dejar a las lágrimas que he estado conteniendo desde que Peter me dio la espalda caer libremente. Mi puerta se abre pero no quiero saber quién es. No estoy de humor para compañía; pensé que podrían haber dado cuenta. Mi cama se mueve y decido mirar quien es mi visitante. Gas. 

—¿Qué pasó?

 —Nada, Gas. No quiero hablar de eso.

 —Lali, sabía que te iba a hacer sufrir —cuando lo miro parece realmente molesto.

 Gas no sabe ni la mitad de lo que me pasó esa noche, pero él fue él que me encontró en la camioneta. Desde ese día, ha tratado de mantenerme fuera de peligro. Sé que me ama y yo he actuado como una completa mocosa.

 —Te amo —pone sus brazos a mí alrededor e inmediatamente me siento como si no pudiese respirar.

 Mi piel se siente como si estuviese apuñalada con un millón de diferentes agujas. Me muevo lejos de Gas y su abrazo, girándome así le doy la espalda. Sé que probablemente lo estoy hiriendo, pero no estoy lista para explicarle esto a él. Gas se levanta y deja la habitación, cerrando la puerta detrás de él. Las lágrimas caen de nuevo, no solo por lo que pasó con Peter o Gas, pero por que ahora soy nuevamente la chica que era un desastre y que no puede funcionar normalmente. No tienes idea de cuánto das por hecho algo tan simple como el toque humano hasta que no lo puedes soportar. Cierro mis ojos, deseando poder despertar en la mañana y que todo esté de vuelta a la normalidad.

 Estoy atrapada en una jaula de metal con barras a mí alrededor. Es tan pequeña que apenas puedo estar de rodillas sin golpearme la cabeza con el techo. Busco alrededor de la jaula un pestillo o algo que me ayude a salir pero no hay ninguno. Comienzo a entrar en pánico y ahí es cuando escucho su voz. 

—Luces malditamente perfecta —No. No es posible. No puede estar aquí—. No puedo esperar a que estemos solos. Esperar hasta que veas lo que te hago. 

Una mano se mete en la jaula y me muevo al lado contrario. Este es el juego que va un numero incontable de veces hasta que las manos están en todos lados. Vienen de todas las direcciones, tratando de agarrarme hasta que hay tantas que no puedo escapar de ellas. Grito cuando ellas rompen mi ropa y tocan mi piel con sus ásperas manos. Grito con todas mis fuerzas hasta que mi voz no funciona. Me siento en la cama, pasando mis manos por mi cuerpo, buscando las marcas que casi creo que estarán allí. Estoy bien, aunque sea físicamente.  


Despierto en la mañana, al menos creo que es mañana, y me siento como si un camión me hubiese arrollado. Cuando salgo de la cama y reviso mi teléfono, todo lo que quiero hacer es volver a ella. No tengo mensajes o llamadas de Peter.

 Sé que básicamente lo mande a volar pero supongo que estaba esperando que peleara porque me quedara. Aunque no debería haber sido tan inocente. Siempre supe que no era ese chico sin importar cuánto yo quería que lo fuese. Mi puerta se abre, y cuando me giro, Rochy está parada allí. Incluso cuando ella y Gas aún no están casados. Ya siendo como si fuese mi hermana. Me mira y sacude su cabeza.

 —Vamos —¿qué?—. Salgamos a almorzar, tengo un presentimiento de que necesitas aire fresco.

 —Realmente no quiero…

 —Nop, no tomaré un no por respuesta. Iremos. Tienes cinco minutos o vendré y te vestiré por mí misma —cierra la puerta detrás de ella y a regañadientes camino a mi guardarropas.

 Si me está forzando a salir voy a salir con mi gran camisa y pantalones deportivos. Soy realmente una malcriada. Me visto y bajo las escaleras. Me mira y se ríe. 

—¿Qué? No necesitamos ir si esto no está bien. 

—Usa lo que quieras, chica.   
  
Caminamos hasta el coche de Gas y ella condujo hasta el restaurante. El viaje en coche es incómodo y me está volviendo loca porque nunca ha sido así entre nosotras. Cuando llegamos, cogemos una cabina y empezarnos a mirar en los menús. La primera vez que alguno de las dos habla es cuando estamos dando a la camarera nuestras órdenes. Después que ella se aleja, miro hacia arriba y Rochy está mirándome.

 — Suéltalo —no le respondo—. Vamos Lali. Viniste luciendo como la mierda anoche. ¿Qué sucedió? 

Vaya, gracias.

 —Nada que no sabía que sucedería.

 Ella niega con la cabeza.

 —No lo entiendo. Es decir, sólo lo conociste por un día. Sé que él es un pez gordo y lo que sea, pero ¿realmente vas en serio con él tan pronto? —Su teléfono suena y ella lo saca. No le puedo contar todo, pero tal vez me ayude hablar un poco. 

— No. No puedo explicarlo, Rochy. Él me hizo sentir libre, como si pudiera hacer cualquier cosa, y como… 

—¡Oh mi Dios! —Ella encuentra mis ojos y puedo decir que no es un buen oh mi Dios.

 —¿Qué?

 Ella  me da su teléfono y yo lo tomo. Cuando miro la pantalla es una foto de mí y Peter. Él está golpeando el carro y yo estoy aterrorizada. La siguiente imagen es de esas lágrimas que no quería dejar ir. Miro la página web, es US Weekly. Mierda. Como puedo me desplazo por la galería, tienen fotos de él pasando sus manos por mi cuerpo e incluso de nosotros entrando al hotel. No podrías decir que soy yo, por la camiseta de Peter pero es una suposición fácil. Espero este sea el único sitio. 

Voy a Google y busco el nombre Peter. Todos los resultados que aparecen me dan asco; “Peter y su chica misteriosa” “¿está The Renegade perdiéndola?” “¿Peter Lanzani abusivo?” esto no puede estar pasando. Me dirijo a la puerta de inmediato. Necesito aire. Cuando salgo, siento una mano en mi espalda y salto. Es Rochy y ella me mira como si me estuviera perdiendo. 

—¿Qué pasó ayer?

 —¡Nada de lo que están diciendo es cierto!

 —Está bien, de acuerdo. Vamos a ir a casa, ¿Sí?

 Asiento. Todo el viaje en auto en todo lo que puedo pensar es en la reacción de Peter por esas historias. Probablemente me odia ahora. Todo el mundo va a pensar que él es una persona horrible. ¿Debo hacer algún tipo de declaración en su defensa? ¿Eso sólo empeoraría las cosas? —Santo infierno. 

Miro hacia arriba y todo nuestro jardín delantero está cubierto con reporteros.

 —¿Qué debo hacer? —Miro a Rochy y no tengo idea de cómo responderle. 

Justo en ese momento, Nico abre la puerta y camina hacia el auto con Vico. Rochy y yo salimos del auto, y con los chicos actuando como barricada humana, hacemos nuestro camino adentro. Cuando entramos, dejo escapar un suspiro que no sabía que estaba conteniendo. ¿Qué diablos voy a hacer ahora? Cuando miro arriba, todo el mundo me está mirando, esperando una explicación que no quiero darles. ¿Qué les dices a tus amigos cuando ellos piensan que el gilipollas que se presentó en tu casa te golpeó y ahora está regado por todas las revistas?

 —No es lo que piensan. —Eso es todo lo que puedo manejar antes de volverme y subir los escalones, sintiéndome derrotada.

 —¡¿Es todo lo que vas a decir, Lali?! —llamó Nico después de mí.
 Sí. Eso es todo. 

No sé cuánto tiempo he estado en mi habitación. Sólo sé que Gas llegó a casa hace un rato porque podía oírlo gritarles a los reporteros. No he estado en la planta baja de nuevo; no quiero hacerle frente a las acusaciones e interrogaciones que sé que vendrán. Sólo he estado acostada aquí, siendo una glotona para castigar, y leer todas las historias en internet sobre Peter y yo. 

Cada sitio está criticándolo y haciéndolo parecer como si yo fuera la víctima. Peter Lanzani no es un ángel, pero no es la persona que están haciéndolo parecer. ¿Él no me destruyó en sólo un par de días? Sí. ¿Era algo que yo no pedí? No. Mi puerta se abre y Gas entra. No estoy de humor para esto ahora. Me siento como una mierda y no quiero que él se siente aquí y me dé la charla “te lo dije”. 

—¿Podemos hablar de esto? 

Levanto la vista hacia él.

 —¿Tenemos? 

—Sólo dime que está pasando, Lali. ¿Es todo lo que están diciendo verdad? Las historias están por todas partes en línea, en la televisión, incluso papá llamó por eso. —Gas luce frustrado y entiendo por qué. Sin embargo, no hay explicación que pueda darle que lo haga feliz en este punto. 

—Nunca me ha tocado de forma que yo no pidiera.

 —¡¿Qué demonios se supone que significa eso?! 
  
—Gas, por qué no vas abajo. —Miro más allá de Gas para ver a Euge y Cande. Él lanza sus manos en derrota. —¡Bien, tal vez tú puedas conseguir a través de su cabeza dura! 

Las chicas entran y se sientan a mi lado en la cama. Euge me mira con su habitual sinsentido mirada. 

—Suéltalo, y nada de esta estúpida mierda incierta. No daremos una mierda sobre esos pendejos afuera, chica, pero nos preocupamos por ti. Ahora lo que necesitas es empezar a hablar. 

La miro pero ella da las cosas bien de regreso a mí. Euge es un pit bull cuando tiene que serlo y puedo decir que no va a dar marcha atrás. Me incorporo y me deslizo en la cabecera de la cama, descansando mi espalda y cabeza contra la pared.

 —No sé qué decir. 

Euge deja escapar un suspiro de exasperación.

 —Puedes comenzar con lo que pasó los últimos días, sobre todo con las imágenes y la mierda de ayer. Si deseas compartir algunos detalles sucios, también, yo no me opondría.

 Cande le da un codazo. 

—Eres una idiota. Lali, escucha, sólo queremos entender. No te vamos a juzgar. 

Tomo una respiración profunda, preguntándome si me ayudará en todo hablar con alguien de ello. Incluso si no me ayuda, me hará sentir mejor, aquí va nada.

 —Cuando fui al baño antes del show, me encontré con Peter. Fue un intercambio… inusual. —Les digo todo lo que pasó después de eso, pero dejo fuera un montón de sexo, para decepción de Euge—. Así que, me alejé de él. Él me persiguió y nos metimos en una discusión mientras yo estaba entrando en la cabina. Eso es lo que las cámaras atraparon. 

Ambas se me quedan viendo hasta que Cande finalmente rompe el silencio.

 —¿Por qué no lo llamas?

 —¿Por qué, Cande? Nada ha cambiado. No estoy dispuesta a ser nada parecido a ser lo que él quiere, y es un muy maldito cerdo para hacer compromisos. —He pensado en llamarlo o enviarle un mensaje de texto cada minuto desde que me alejé de él. Tiene este poder sobre mí que simplemente no puedo sacudirlo.

  ―Lali, escucha, nunca te he visto tan feliz como hace pocos segundos que te vi con él. Él logró traer de vuelta a la vieja tú y la he extrañado. 


Una lágrima rueda por mi mejilla porque sé que lo que Cande me está diciendo es completamente cierto. Peter me hizo sentir como mi misma. No estaba en la sofocante prisión en la que había estado en los últimos meses. Era libre. Yo era feliz. Euge se acerca más a mí, a punto de darme un abrazo, pero me levanto de la cama. 

―No has dicho todo. ¿Qué diablos pasa contigo, actuando como si todos nosotros tuviéramos piojos de repente?

 Cande no dice nada; ella parece estar esperando por mi respuesta al igual que Euge. No puedo decirles, sin embargo, todos ellos pensarán que me he vuelto loca. No necesito eso. Además, la única cosa que obtendría al decirles es lastima, y no quiero nada de eso. Pongo mis ojos en ella.

 ―¡Tal vez solo no me gustas más, ah! 

Euge lanza una almohada a mi cabeza mientras ríe, pero puedo decir por la cara de Cande que ella sabe que estoy evitando la pregunta. 

―Bueno, una última cosa ―miro a Cande, temiendo sea lo que sea que ella esté a punto de decir―. Necesitas comportarte con Gas o terminarás en el manicomio con él.

 ―¡¿Comportarme con él?! ¡Ha estado fuera de su maldita cabeza, Cande! Él rastreó mi teléfono y entró en nuestra habitación de hotel, luego ¡inició una pelea con Peter! Además de eso él ni siquiera me deja salir de casa sin una explicación de a dónde voy. Me está asfixiando y no puedo soportarlo.

 ―Escucha, sabemos que él definitivamente ha ido un poco lejos― Euge ríe―. Lo que tú necesitas entender, sin embargo, es que todo viene de un buen lugar. Cuando estabas perdida él estuvo fuera de su mente. ¿Cómo crees que él se sentía encontrándote inconsciente en el maletero de ese auto? Peter puede ser emocionante para ti, pero asusta la mierda de Gas. Él siente que te falló y ahora quiere salvarte antes de la siguiente catástrofe, nena.

 Bueno, me siento como una idiota.  Bajo y todo el mundo está hablando en la cocina. Quedan en silencio cuando camino por allí, entonces asumo que es por mí. No digo nada; solo camino hacía mi hermano, y aunque sé que le hará daño, lo envuelvo con mis brazos por la cintura. Él también me aprieta y contengo el grito que quiere escapar. Me alejo antes que él, pero simplemente no puedo soportarlo más.  Me mira como para tratar de entenderme, pero me doy la vuelta y regreso hacia arriba. Ellos no lo conseguirán. Saco mi laptop y hago algo que he tenido miedo de hacer por meses. 

Busco en Google: “miedo a ser tocado”. Nunca he tenido el valor de mirarlo; es casi como que lo estoy aceptando y ahora es real. Aparentemente, es algo llamado Hafefobia, y es común que sea desarrollado luego de un trauma. Después de haberlo estudiado por una hora, mi peor miedo se realiza. No hay ningún tratamiento además de la asesoría. Dicen que el miedo y la reacción pueden disminuir, pero las posibilidades de que se valla no son buenas. Entierro mi cabeza en mi almohada y lloro. No quiero nada más que no sea tener contacto e intimidad con la gente, pero mis esperanzas han sido destrozadas ahora. La única persona cuyo toque puedo tolerar, solo se alejó de mí. Él no se alejó de mí. Tú escapaste. Ahora tengo que acostumbrarme a vivir en mi cascarón y manteniendo fuera a los demás.

 En los siguientes días, no dejo mucho la casa. La locura se ha calmado y la gente ya no acampa frente a la casa, pero he visto a uno o dos dando vueltas. Las pesadillas se han vuelto cada vez peor y más reales. Cada vez que me levanto, estoy completamente convencida de que son reales. Voy a abajo y Euge está viendo televisión en el sofá, y mientras camino a ella, llama a mi nombre.

 ―¡Lali, Ven!

 Me acerco al sofá a regañadientes y me siento. Todo el mundo está intentando animarme últimamente, pero no han tenido mucho éxito. No quiero ser animada; solo necesito un poco de tiempo para finalmente aceptar como serán las cosas de ahora en adelante. Veo a Euge como si quisiera preguntarle lo que ella quiere.

 ―Vamos a ir a algún lugar, a hacer algo, al menos solo para salir de la casa ―Niego con la cabeza

―No, pero gracias, Euge. ―Me levanto antes de que pueda responder, tomo una botella de agua de la cocina y regreso al piso de arriba. Antes de que sepa lo que estoy haciendo, saco mi laptop y voy a Facebook. Hago clic en el hilo de mensajes entre Peter y yo, luego tomo una decisión aún peor y empiezo a escribir.  

Solo quería decirte que lo siento por todas las cosas con las imágenes. ¿Cómo estás? 

¿Cómo estás? Borro esa parte y pulso enviar. Corto y dulce. Ahora solo voy a torturarme esperando su respuesta. Creo que en el transcurso del día reviso mis mensajes dos veces por hora. Esta vez, cuando lo abro, dice que lo leyó. Sostengo mi aliento, esperando una respuesta de él. En este punto aceptaría incluso, un comando. Solo quiero algo, pero nada sale. 

Pd : LAS QUIERO Y COMENTEN

2 comentarios:

  1. Que hija de puta, dejarlo así es de hija de puta!! No tendría que hacer la leído hasta q la terminaras, me engánchaste -.-

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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