viernes, 19 de febrero de 2016

capitulo 6

Consejos fraternales  




Peter

Podría sentarme para siempre con la cabeza de esta hermosa chica en mi regazo y pasar mi mano por su cabello largo y sedoso mientras dormía. 

Me incliné para oler el aroma afrutado de su cabello. Mi cambio de posición la agitó y luego se dio la vuelta sobre su espalda hacia mí. Su respiración era lenta y constante, asegurándome que dormía profundamente y no pude resistir la urgencia de tocarle la cara. 

Pasé el dorso de mis dedos contra su suave mejilla de bebé y ella se volvió hacia mi mano y se clavó contra ella. 

Esta no podría ser la última vez que estuviera con esta increíble chica. Tenía que volver a verla porque me iba a volver loco si no lo hacía. 

Nico ya había dejado en claro su posición sobre el tema y no podía contar con él para que me ayudara, así que comencé una lluvia de ideas sobre la manera de conseguir su número. 

Miré a su bolso abierto a mi alcance y supe lo que tenía que hacer. Iba a conseguir su número llamando a mi teléfono desde el de ella. Me sentí mal por vagar a través de sus pertenencias personales, pero eso no me impidió hacerlo. 

Encontré su celular y pulsé el botón de encendido. Mierda. Debería haber sabido que lo tendría bloqueado con un código de acceso. 
Puse su teléfono en su bolso sin un minuto de sobra mientras Nico, Euge y Gas caminaban hacia su auto en la parte trasera del edificio. 

Nico airadamente jaló la puerta del auto y de inmediato se lanzó contra mí. 

—Este no es el lugar donde estaba estacionado el auto de Lali. ¿Qué has estado haciendo con ella?  

Reconocí su acusación tácita y supe que él estaba insinuando que moví el auto detrás del edificio para que pudiera follar a Lali en el asiento trasero. En cualquier otro momento habría estado bien, pero no esta noche, no con ella. 

—Relájate, Riera. Tuve que mover el auto porque ella vomitó un río por la puerta del lado del conductor. No quería que tuvieras que caminar en él y este era el único lugar libre del estacionamiento. 

Él aceptó mi explicación, pero me di cuenta de que todavía no estaba muy emocionado acerca de encontrarme en el asiento trasero con la cabeza de Lali en mi regazo. 

—Euge está lista para irse. ¿Necesitas un aventón a casa?  

Miré a Lali. No quería dejarla, pero sería estúpido para ellos llevarme  todo el camino de regreso a Collinsville cuando podría conseguir regresar a casa con mi hermano.  

—Nah, me voy a casa con Vico y Cande.  

Abrí la puerta y suavemente levanté la cabeza de Lali mientras bajaba del auto. Gas caminó alrededor de mí y me dijo: —La tengo. —Mientras me sustituía en el asiento trasero. 

Que me condenen. Le habría tomado la palabra a Nico con lo del aventón si hubiera sabido que otro tipo iba a subir al asiento trasero con ella. 

—Fue un placer conocerte, Peter —dijo Euge mientras se subía al auto—. Y gracias por estar con Lali por lo que Nico y yo pudimos pasar un buen rato. 

Definitivamente tuve mi propia orden del día para hacerlo. 

—No hay ningún problema y fue agradable conocer a la única chica en el mundo que podría tranquilizar a este tipo. 

Euge estaba dentro del auto con la puerta cerrada y Nico me dijo: —Gracias de nuevo, Lanzani. Sé que niñera Boca del Sur no podría haber sido más divertido cuando podrías haber encontrado una chica para clavar más tarde esta noche. 

Era una locura pensar que prefería tener la cabeza de esta chica durmiendo en mi regazo en lugar de encontrar a alguien a quien tirarme, pero no había lugar mejor en el que habría preferido estar. 

 —En realidad, no fue ningún problema en absoluto.  

—No sé cómo vamos a subirla.  

Él estaba loco si iba a llevarla dentro de su casa.  

—¿Vas a cargarla dentro de su casa? ¿No tienes miedo de lo que sus padres harán? 
  
—No, ella pasa la noche con nosotros porque sus padres están fuera de la ciudad.  

¿Qué demonios? 

—¿Qué quieres decir por pasar la noche con nosotros?  

—He estado viviendo con Euge y sus padres durante los últimos seis meses, por lo que significa que tenemos que cargarla por las escaleras hasta la habitación de Euge y rezar por que no despertemos a los Suarez. 

Ese bastardo suertudo. Él y Euge definitivamente se colaban en las camas de cada uno todas las noches después de que los padres se durmieran.  

Nico sacó su puño y lo golpeó con el mío.  

—Qué bueno que choqué contigo, Lanzani. —Miró a Lali desmayada en el asiento trasero—. Esta noche fue muy divertida, incluso si mostró su trasero. Deberíamos reunirnos de nuevo pronto.  

La ventana de Gas bajó.  

—Hey, voy a tener una fiesta en mi casa mañana por la noche. Deberías venir. 

Sólo había una razón por la que pondría un pie en una fiesta en East Franklin.  

—¿Lali va a estar allí? 

—Sí, la Mariposa Social nunca se pierde una fiesta. 

No podía perder la oportunidad de verla de nuevo.  

—Cuenten conmigo. 

Claro, Lali me dijo que no iba a salir conmigo, pero estaba equivocada. Ella simplemente no lo sabía todavía.  


                          ***

Me quedé mirando mi techo pensando en Lali durante horas después de llegar a casa. Pensando en que ella era mucho mejor que cualquier sueño que pudiera haber invadido mi cabeza durante el sueño. 

Era hermosa, eso era un hecho, y su belleza, sin duda, no impidió mi interés, pero eso no era lo que alimentó mi atracción hacia ella. Era su desagrado inmediato por mí y su sabionda boca. Oh, cómo me encanta escuchar el ingenio sarcástico que desbordan esos venenosamente brillantes labios. 

Estaba sorprendido de que era capaz de dormir en absoluto, pero cuando me desperté a la mañana siguiente, me di la vuelta e inmediatamente tomé mi teléfono de la mesilla de noche. Supuse que esperaba que Lali hubiera conseguido mi número de Nico y había enviado mensajes de texto o llamada, tal vez para dar las gracias por estar con ella o algo así. Cualquier forma de contacto me habría hecho el día, pero no tenía tanta suerte. 

Todo lo que tenía era un texto de Paula Recca que decía: ¿Nos reunimos sta noche? Has q valga la pena. 

No había manera en el infierno de que lo de Paula y yo volviera a suceder, así que rápidamente contesté: Tengo planes, y apreté el botón enviar. 

Tal vez ella tomaría la indirecta y se perdería. Miré la hora y vi que había dormido más tarde de lo que pensaba porque era un poco más de las once. 

Cualquier cosa después de las diez debe ser considerada un terreno neutral, por lo que me desplacé al contacto de Nico en mi teléfono y pulsé el botón de llamada. 

Sonó una vez, dos veces y luego una tercera vez antes de que Nico respondiera al cuarto timbrazo. —¿Qué hubo Lanzani? 

—Hey, estaba llamando para ver cómo fue todo después de que te fuiste anoche. Quiero decir, ¿llevaste a Lali a la cama bien? 

—Sí, pero no lo hizo fácil para mí y Euge. Mierda, no me di cuenta de lo borracha que estaba, pero tuvimos suerte y la metimos antes de que los Suarez despertaran. 

—¿Todavía está allí?  

—No lo sé. Estoy trabajando en el taller hoy, pero fui a la habitación de Euge esta mañana antes de irme para el trabajo y estaba dormida en el piso del baño de Euge. Apuesto a que todavía está en la cama tomándolo con calma. No le va a gustar esto, pero tenía que darle una oportunidad.  

—Quiero llamarla. 

Lo escuché resoplar a través del teléfono.  

—Creo que Lali dejó en claro que no tiene planes de salir contigo y no voy a dejar que le mantengas esa sospechosa apuesta. 

—Vamos, Riera, estaba demasiado borracha como para que tuviéramos una verdadera conversación anoche y todo lo que necesito es la más mínima oportunidad de convencerla de que salga conmigo. Apuesto a que no había nadie que pensara que eras el indicado para Euge y mira lo equivocados que estaban.  

Escuché silencio en el otro extremo, y supe que estaba pensando en ello. 

—Te voy a dar su número, pero te digo ahora que a ella no le van los chicos de Collinsville. A ella le gustan sus chicos de muy buen gusto y ricos, así que prepárate para el rechazo porque ella no endulza nada para nadie. 

Estaba seguro de que hubo una época en que a Euge no le iban los chicos de Collinsvislle tampoco, pero mira quien estaba viviendo con ella y subiendo a su cama todas las noches.  

—Considérame advertido.  

Colgué de hacer planes con Nico acerca de vernos antes de la fiesta de Gas y miré al número de Lali. 

Me sentía nervioso cuando pensé en llamarla, pero no me detuvo de marcar su número. Escuché cinco tonos antes de que saliera el correo de voz y luego me di cuenta de que llamarla tan temprano después de la borrachera que sacó anoche era una estúpida idea, porque era probable que todavía estuviera en la cama amamantando un dolor de cabeza infernal. 

No pude convencerme de colgar antes de que tuviera la oportunidad de escuchar a su dulce voz en su grabación del correo de voz decir:  —Hola, déjame un mensaje y si no te regreso la llamada significa que no estoy interesada. —Incluso su saludo de correo de voz era sabiondo. Colgué sin dejar un mensaje. 

Me dije a mí mismo que probablemente era mejor esperar a verla esta noche en la fiesta de Gas en vez de despertar una bestia furiosa, pero la verdad era que tenía miedo. 

Tenía miedo de dejar un mensaje y nunca oír uno de regreso de ella porque no estaba interesada en mí. Estaba ocupado pensando en mi próximo movimiento cuando oí a Vico dar un golpecito en la puerta de mi dormitorio.  

—¡Hey, Imbécil! Voy a sacar el barco en el lago hoy. ¿Quieres venir?  

Probablemente necesitaba una manera de pasar el día, así no lo gasto obsesionado con una hermosa castaña con ojos marrones de miel.  

—Claro, estoy dentro. 

—Está bien. Me voy en media hora si vas a ir conmigo. 

—Estaré listo.  
  
Una hora más tarde estábamos en el agua. Siempre me lo pasaba genial en el lago con Vico, Cande y sus caliente amigas, pero hoy era diferente. Parecía que era interminable mientras esperaba impacientemente la fiesta de Gas esta noche. Sentí un puño en mi brazo.  

—Maldición, hermanito. ¿Qué te pasa hoy? No has dicho ni dos palabras y no estás seduciendo a ninguna de los amigas de Cande. ¿Qué pasa?  

Negué con la cabeza pero miré fijamente al frente. No le estaba diciendo que me había obsesionado con una chica.  

—No es nada. 

Vico se dejó caer en la arena junto a mí, y sabía que eso significaba que no se iba a ir sin respuesta. Sacudió la cabeza como un perro y luego apartó su pelo mojado de la cara.  

—No me mientas, pequeño don nadie. Algo pasa contigo y quiero saber qué es. 

Bien, podía reír si quería.  

—Es una chica.  

—Déjame adivinar. ¿La Castaña de piernas infernales con la que estabas en la pista de baile anoche en el club?  

No me importó su descripción de ella, aunque fuera directo.  

—Sí, esa es.  

—Era una chica caliente en traje, ¿pero es lo suficientemente caliente para que puedas romper tu propia regla?  

Sabía exactamente de lo que estaba hablando, pero fingí que no lo hacía. 

—¿Y qué regla sería esa?  

—Vamos, Peter. Todo el mundo sabe que no tienes ningún uso para una chica después de que la follas y sé a ciencia cierta que saliste por la puerta principal con ella y no volviste durante casi dos horas.

 Pude ver cómo podría haberse hecho una idea equivocada sobre mí y Lali.  

—No he dormido con ella.  

Vico comenzó a reírse de mí.  

—¿Desde cuándo lo llamas dormir con ellas?  

—Desde que la conocí, ¿de acuerdo? —Tomé mis gafas de sol en la parte superior de mi cabeza y las puse sobre mis ojos, así podía ocultarme detrás de ellas—. Ella es diferente. 

—Entiendo por qué estás husmeando a su alrededor, pero ella no es el tipo correcto de diferente para ti, muchacho. Es una pieza caliente, pero lo que la hace diferente de las chicas con las que usualmente lo haces es que ella es de diferente raza. Le di un vistazo y supe que ella era rica y arrogante. Sigue mi consejo y apégate a lo que conoces y lo que no te meterá en problemas. 

Dejé caer mi cabeza mientras me sacudí y me quedé mirando la arena mojada.  

—No creo que pueda mantenerme alejado de ella.  

—Como siempre, estás pensando con la cabeza equivocada, hermanito, pero no nos engañemos. Tu fascinación por tirarte a esta chica de clase alta va a meterte en serios problemas. 

—Esto no es acerca de dormir con ella. No me entiendas mal. Definitivamente lo haría, pero eso no es lo que busco. 

—No conoces a esta chica. Acabas de conocerla. No puedes pensar que estás enamorado de ella.  

Seguí mirando hacia adelante y no hice ningún comentario de cualquier manera, pero podía ver su mirada en mi visión periférica. 

 —Mierda, Peter. Ella es como mamá y mira cómo sucedieron las cosas entre ella y papá. Él nunca fue lo suficientemente bueno para ella o su familia rica y nos dejó a todos nosotros por eso. Tú y Rocio no recuerdan como fue cuando se fue porque ustedes eran muy jóvenes, pero yo no voy a olvidarlo. Esta chica es un problema y te estarías haciendo un favor al no olvidar eso a corto plazo. 

—Debidamente apuntado, hermano —le respondí a través de mis dientes apretados mientras me negaba a mirarlo. 

El resto de mi día en el lago consistió en evitar a Vico porque no quería escuchar cómo pensaba él que sabía todo acerca de Lali Esposito y su tipo. No tenía ni idea de lo que estaba hablando cuando se trataba de ella. 
Lali no era en nada como mamá, aunque me haya llamado Juan Pedro.  
  
                           ***

Me encontré con Nico y Euge en una tienda de conveniencia en Franklin y los seguí a su convertible de lujo a la casa de Gas en la parte más oriental de la ciudad. 

Como fuimos en auto, se hizo más y más evidente que entre más al este vivías más rico eras, así que era un eufemismo decir que la familia de Gas era muy oriental.  

Después aparcamos en el lado de la calzada que se extiende a la casa de Gas, miré a la enorme mansión ante mí. La estudié mientras caminábamos por el sendero y me pregunté por qué alguien necesitaba una casa de ese tamaño. Miré a todos los autos de lujo que pasamos en el camino hacia la casa, pero ninguno de ellos era el Lexus de Lali.  

—¿Ya está Lali aquí? 

—Debería. Gas y su hermano, Agus, llegaron como a las cuatro y la recogieron. 

No me sentaba bien que Lali dejara la casa de Euge con dos chicos, pero supongo que no tenía mucho que decir al respecto.

Caminamos a la parte de atrás de la casa por una puerta donde había una gran multitud de personas pasando el rato. 
Inmediatamente comencé a explorar la multitud en busca de la única que me atrajo aquí, pero no la vi por ninguna parte. 

—Parece que voy a tener una concurrencia más grande de la que esperaba.  

Reconocí la voz de Gas y me volví para verlo de pie junto a nosotros con dos vasos de plástico de color rojo de cerveza en sus manos. Ambos estaban recién servidos porque cada uno tenía enormes cabezas espumosas flotando justo por debajo del tope y me pasó uno.  

—Ten, toma una cerveza.  

No había manera de que fuera capaz de acomodar a todas estas personas en mi casa.  

—Sí, esta es una muy grande multitud que tener en tu casa a la vez. 

 —Si siguen apareciendo puede que tenga que enviar a mi hermano por  otro barril. Hablando de eso, probablemente debería comprobarlo y ver que tan rápido la cerveza se va, porque sería totalmente un asco que se acabara. 

—Hey, ¿sabes dónde está Lali? —llamé a Gas mientras caminaba hacia el barril. 

—Adentro —dijo por encima del hombro y señaló hacia una ventana a mi izquierda. 

Miré por la ventana y vi a Lali en la cocina. Estaba sentada en la encimera revisando la etiqueta de la botella de agua en su mano y tomé como una señal segura de que era probable que todavía no se sentía bien por el intento de la noche anterior de olvidar al marica con la camiseta en colores pastel. Parecía como si hubiera mil lugares en los que preferiría estar y yo soñaba con cómo podría ser el que la llevara a cualquiera de ellos. 

—No te dejes engañar por su acto abatido. —Me volví y vi a Euge a mi lado—. Nunca estuvo enamorada de Pablo. 

—Creo que necesitas convencerla de eso —argumenté. 

—Es una chica lista. Lo descubrirá.  

Miré de nuevo a la hermosa mejor amiga de Euge a través de la ventana e hice una mueca de dolor. 

—Tomaría un poco de tiempo para que consiga sobreponerse a todo este sinsentido por su cuenta, pero creo que un poco de ayuda del hombre adecuado podría sobreponerla para mañana. 

¿Qué se supone que significaba eso? ¿Estaba animándome para ir tras Lali? 

—¿Qué estás diciéndome, Euge?  

Tomó un sorbo de su vaso, me miró por encima del borde y luego asintió en dirección a Lali. 

—Estoy diciendo que seas el hombre adecuado. Que seas el que la haga ver que nunca le importó Pablo y que está de luto por algo que nunca estuvo allí. 

Estaba seguro de que me parecía a un ciervo en los faros mientras la miraba y me pregunté qué diría Nico acerca de todo esto.  

—¿Por qué me animarías a ir tras tu mejor amiga cuando sé que Nico te habló de mí? No soy conocido por ser inexperto. 

—No importa lo que Nico ha dicho porque he visto la forma en que la miras.  

¿Qué podía saber acerca de la forma en que veía Lali?  

—¿Y cómo la veo?  

—De la forma en que Nico me mira. —Una pluma podría haberme derribado mientras me describió sus observaciones—. Al igual que hace un momento cuando estabas viéndola a través de la ventana, estabas sonriendo y apuesto a que ni siquiera te diste cuenta. 

No, no me había dado cuenta de que estaba sonriendo, pero me había dado cuenta de lo feliz que estaba de encontrarla. 

Estaba seguro de que Euge no sabía nada sobre las cosas que Lali y yo habíamos discutido anoche. Su mejor amiga no me quería por la forma en la que había tratado a las chicas en el pasado y no la culpaba. No tenía garantía de que no se convertiría en el siguiente número no identificable y era mi estúpida culpa. 

—La invité a salir y ella me rechazó.  

—Entonces, ¿vas a aceptar su primer rechazo y renunciar a ella, así como así? No te tengo por tan fácil derrota. 

De ninguna forma o manera era una derrota fácil y reconocía un desafío cuando oía uno.  

—No, no tenía planeado renunciar. Sólo que no había hecho un plan B todavía. Ya que pareces estar tan decidida en que haga esto, ¿tienes algunas ideas para mí?  

Ella no dudó.  

—Me enloquece pero ella es una adicta total a los mensajes. Creo que deberías enviarle un mensaje cursi. 

Negué con la cabeza hacia ella.  

—De ninguna manera. No hago mensajes cursis. 

Ella inclinó la cabeza hacia un lado y entrecerró los ojos.  

—No me pidas consejos si no vas a tomarlos. 

Mierda, este lado de Euge era un poco de miedo.  

—Bueno, voy a mandarle un menaje cursi. —Renuncié y luego me di cuenta de que no tenía ni idea de lo que consistía ser cursi—. Explica cursi. 

—¿Me estás tomando el pelo? Nico me dijo que eras un donjuán. ¿De verdad no sabes cómo cortejar a una chica?  

—No cortejo porque no tengo que hacerlo.  

—Lali quiere y necesita a alguien romántico, así que el cortejo será un requisito. Prepárate. 

Cortejar. 
Qué palabra más ridícula, pero supuse que podía lidiar con ella. 

—¿Alguna otra sugerencia? 

—Lo siento. Aquí viene Nico por lo que tendrás que averiguarlo por tu cuenta. 


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