domingo, 14 de febrero de 2016

capitulo 5


Dulces sueños, Cara de Muñeca  







Lali

Gah, podría terminar en el suelo en cualquier momento. 

Sí, definitivamente había bebido esos Long Islands demasiado rápido, pero no podía culpar a Pablo enteramente por este torbellino ebrio. Lo que comenzó como una misión para olvidarme de él rápidamente se convirtió en algo más.

 Algo llamado Peter Lanzani y no estaba preparada para ello tan poco tiempo después de Pablo. 

Cuando llegué tropezando a nuestra mesa, Nico echó un vistazo a mi cara y supo que algo había sucedido entre su amigo de Collinsville y yo.

 —¿Qué te hizo Lanzani? 

Realmente asumió lo peor de su amigo y casi me sentí obligada a defenderlo. 

—Él no hizo otra cosa que invitarme a salir en una cita. 

—Dime que lo rechazaste. 

—Por supuesto que lo hice. —Asentí mientras respondía y eso fue un error, porque me hizo sentir como si necesitara adorar al dios de la porcelana. 

Mi nivel de alcohol había subido de repente y la habitación comenzaba a dar vueltas así que agarré la mesa para no perder el equilibrio. No debería haber tomado esos Long Islands tan rápido. 

Mi error. 

—¿Estás bien? —preguntó Euge mientras se levantaba de su asiento para ponerse a mi lado y me aferraba a su brazo para apoyo.

 —Estoy bien —mentí—. Voy a salir un minuto para conseguir un poco de aire fresco. —Realmente no quería estar dentro de este club cuando mis contenidos estomacales decidieran volar. 

Nico se levantó de la mesa para actuar como mi escolta.  

—No vas a salir al estacionamiento de un club sola, así que ni siquiera pienses en ello. No eres lo suficientemente ruda, no importa lo que pienses. 

—Me quedaré con ella. —Escuché a Peter ofrecerse detrás de mí—. Quédate y pasa un buen rato con tu chica. 

De ninguna manera. No quería que Peter estuviera conmigo cuando volara todo.  

—Realmente no quiero que seas testigo de lo que probablemente va a pasar ahí, chico. 

Me tomó del brazo y empezó a caminar hacia la salida sin mi permiso u objeción. 

—Lo consideraremos una experiencia de unión. 

—La única cosa que debes considerar es que estás advertido porque estoy prediciendo que esto se va a poner feo. —Una vez afuera, estaba un poco desorientada, pero Peter me llevó en dirección a mi auto—. Está tan jodidamente caliente aquí. Todo lo que quiero hacer es sentarme en mi auto con un poco de aire frío soplando en mi cara. Creo que va a hacerme sentir mejor. 

Utilicé mi acceso remoto sin llave para desbloquear mi auto y Peter abrió la puerta para mí. Arranqué el motor y puse el A/C a todo lo que daba con las rejillas de ventilación dirigidas justo a mi cara. 

Mi cabello soplaba violentamente en todas direcciones, pero no traté de domarlo. Estaba tan malditamente enferma para interesarme. Rodeó el auto hacia el lado del pasajero y se sentó a mi lado. Se giró hacia mí mientras mi cabello soplaba salvajemente. 

—Estás destrozada y es mejor que no trates de conducir esta noche o te dejaré con golpes negros y azules. 

¿El tipo pensaba que yo era suicida? 

—Puedo estar borracha, pero no soy estúpida. Nico no está bebiendo porque es nuestro conductor esta noche. Era mi turno de ser la conductora designada pero aparentemente pensó que tenía que destrozarme y tomar unas vacaciones de mi patética vida por un breve momento en el tiempo. 

Se inclinó hacia delante y giró las rejillas de ventilación del asiento de pasajero a mi dirección. 

—Sí, ¿qué pasa con eso? Cualquiera puede ver que estás tratando de ahogar tus pensamientos sobre alguien. ¿Quién es el bastardo con suerte? 

Me incliné más cerca de las rejillas de ventilación en el centro.

 —No sé si quiero hablar de ello. 

Se inclinó más cerca de mí en el centro del auto y casi juraría que olió mi cabello. 

—Déjame adivinar. ¿Algún imbécil te hirió y estás bebiendo para olvidarlo? 

—Se podría decir eso. Fui dejada. 

—Él está fuera de su mente, sea quien sea. ¿A quién debo agradecerle? 

No sé por qué, pero Peter tenía esa forma de hacerme querer decirle lo que había pasado con Pablo. 

—El nombre de mi defectuoso ex es Pablo Martinez. Era el tipo sentado en nuestra mesa colgando de la rubia. 

Me miró con incredulidad. 

—Estás jodiéndome, ¿verdad? ¿Te refieres al marica sentado en la mesa con nosotros? ¿No te puedes referir que te dejó el tipo que eligió vestirse con pantalones polo caqui y un polo abotonado para un club de baile? Cara de Muñeca, su camisa a cuadros es color pastel. Dije color pastel y lleva mocasines. Apuesto a que incluso trae bragas de encaje bajo su sarga sin arrugas. 

Me imaginé a Pablo en un par de bragas con volantes y comencé a reír. Si Peter estaba tratando de hacerme sentir mejor, definitivamente estaba funcionando. 

—Entonces, ¿qué pasó? 

—Me dio un ultimátum. Tener sexo o me dejaba. Lo curioso es que estaba lista. Iba a hacerlo hasta que me dijo que tenía que, y algo se quebró en mí. No soy conocida por ceder a las demandas de otras personas. 

—Tienes estándares muy bajos si saliste con ese tipo, así que eso me da esperanza de que me dirás eventualmente «sí» a mí. Te voy a preguntar de nuevo cuando piense que estés lista, pero no esta noche porque mi pobre corazón sólo puede recibir rechazos en pequeñas dosis. —Eso me llamó la atención y me giré a mirarlo—. No te das cuenta todavía, pero va suceder. 

Su persistencia era sexy. Diablos, todo acerca de este tipo era sexy y me sentía como si quisiera… vomitar. 

Alcancé rápidamente la manija de la puerta y saqué la cabeza de mi auto justo a tiempo para evitar rociar el interior de mi auto como en El Exorcista. 

Peter saltó rápidamente a la acción y estuvo de mi lado del auto sosteniendo mi cabello fuera de la línea de fuego en tan sólo un instante. 

Me sentía miserable. Giré una y otra vez en la dirección de los zapatos de Peter pero se mantuvieron firmemente plantados, preparados para soportar un castigo que claramente no habían ganado. Me sentía como si ya hubiera terminado, pero tenía miedo de moverme por si el movimiento traía otra ronda. Seguía mirando el suelo cuando se me ocurrió preguntarle a Peter sobre sus motivos. 

—¿Por qué quieres salir conmigo? Me conociste hace sólo un par de horas y en ese tiempo te he insultado, rechazado, contado mi triste historia y ahora te forcé a sostener mi cabello mientras estoy arrojando pizza y Long Islands peligrosamente cerca de tus zapatos. 

—No me forzaste a sostener tu cabello. Lo hice porque quise. 

Clásico. Se las arregló para flexionar su duro músculo de hombre y evitar responder mi pregunta al mismo tiempo. 

Un poco de mi cabello cayó hacia adelante y Peter lo situó en una cola de caballo en la parte superior de mi cabeza en su lugar con su puño. Estaba segura de que cualquiera que pasara pensaría que él estaba haciéndose pasar por un hombre de las cavernas aferrándose a su mujer. Tomé algunas respiraciones profundas y sentí que por fin podía levantar la cabeza sin vomitar. 

Peter soltó mi cabello mientras me enderezaba y buscaba un lugar despejado de pizza parcialmente digerida y Long Islands para poder salir de mi auto. Estaba segura de que me veía como mierda con rímel bajo mis ojos como mapache, pero no me podía persuadir para que me importara. 

—Me voy para el asiento trasero ya que Nico está conduciendo. 

Él se movió de nuevo para que pudiera pasar por encima del charco de vómito. 

—Por lo menos podrías ser honesta al respecto. Te vas al asiento trasero para poder desmayarte. 

Pude darme cuenta que nunca tendría que preguntarle a este tipo qué estaba pensando. Podríamos ser peligrosos para el otro. Abrió la puerta trasera detrás del asiento del conductor y movió su mano como un chofer. Él era honesto así que supuse que yo lo sería también. 

—Bien. Voy al asiento trasero para poder desmayarme, pero no necesito que te quedes conmigo. Cerraré las puertas y tú iras de regreso. Voy a estar bien. 

—No te voy a dejar aquí sola. —Cerró la puerta y luego entró en el asiento del conductor—. Voy a mover tu auto a un aparcamiento diferente así Nico no va a resbalarse sin saberlo con tu vómito al entrar. Eso no sería genial. 

Movió mi auto a la parte trasera del club y luego puso un poco de música antes de bajarse y deslizarse en el asiento trasero junto a mí. 

—No te preocupes. No voy a intentar algo contigo. 

—No estaba preocupada. —Había hecho un excelente trabajo de prevención de la cosa con Peter sobre ir más lejos esta noche porque nadie quería un beso después de vomitar, no importa qué tan fuerte lo quisieran. Cerré los ojos mientras inclinaba mi cabeza contra la ventana fría y sentí a Peter agarrar mi brazo y tirarme suavemente en su dirección. 

—Aquí, pon tu cabeza en mi regazo. Estarás más cómoda y dormirás mejor. 

—Gracias, pero estoy bien. 

—Pon. Tu. Cabeza. En. Mi. Regazo. Testaruda. No voy a intentar algo contigo —prometió. 

Odiaba que me mandaran, pero hice lo que me dijo y me recosté de lado, poniendo un lado de mi cara contra sus muslos. Me dije que lo hacía porque estaba cansada y necesitaba dormir, así no tendría tanta resaca el día siguiente, no era porque él me lo mandó hacer. 

Mi canción preferida de Amos Lee estaba reproduciéndose y me ayudó a relajarme. Mientras estaba allí con los ojos cerrados, Peter comenzó a acariciar mi cabello y se sintió realmente bien. 

Empecé a relajarme más y estaba casi quedándome dormida cuando me preguntó: —¿Qué canción es esta? 

Me encantaba su interés en mi música.  

—Es Southern Girl de Amos Lee. 

—Estás realmente en la música, ¿no? 

Amos estaba cantando sobre las mañanas en Mississippi y Ángeles en vuelo.  

—Sí, se podría decir que soy musicalmente zorra. Mi gusto por la música es variado. 

—Me gusta esta canción porque Amos dio en el clavo. Definitivamente hay algo sobre una chica sureña que me hace sentir bien. —Escuchar a Amos mientras me acaricias el cabello de esa manera me va a poner en estado de coma si no eres cuidadoso. 

—No me voy a ir así que puedes dormirte si quieres. Es probablemente una buena idea que duermas porque te vas a sentir como una mierda mañana, y supongo que Nico y Euge no están dejando el club en corto plazo. 

Probablemente necesitaba descansar, pero mi curiosidad era más fuerte que mi necesidad de dormir. 

—Lo haré, pero quiero preguntarte algo primero.

 —Por supuesto. 

Quería girar sobre mi espalda para poder ver su rostro, pero estaba demasiado asustada, así que me quedé de lado. 

—¿Por qué me llamas Cara de Muñeca? 

Se quedó en silencio por un largo tiempo y decidí que no iba a responder, pero luego me sorprendió. 

—Porque creo que eres la chica más hermosa que he visto en mi vida. 

No supe cómo responder a eso viniendo de él. Me habían dicho toda mi vida lo hermosa que era, pero hubo algo diferente sobre la forma en que lo dijo. Se sentía íntimo, como si estuviera hablando de más que sólo mi apariencia física y de repente me sentí completamente descubierta ante él. No dijo nada más y yo tampoco mientras seguía con mi cabeza en su regazo, pero las cosas se sentían diferentes entre nosotros. Ninguno de los dos expresamos reconocimiento respecto a ella, pero ambos sabíamos que habíamos tenido una conexión. 

Él seguía acariciando mi cabello y no tengo ni idea de cuánto tiempo lo hizo porque eventualmente me fui pero no antes de oírle susurrar: —Dulces sueños, Cara de Muñeca. 


PD:LAS QUIERO Y COMENTEN

6 comentarios: