sábado, 1 de agosto de 2015

capitulo 15





Yo nunca había escuchado algo tan malditamente alto en mi vida. Sonó como una bomba que estaba pasando fuera justo al lado de mi oreja...una bomba que pulsaba al ritmo — Thriller — de Michael Jackson. Atontada me di la vuelta y tomé mi teléfono vibrando de arriba de la mesita de noche, mirando la hora antes de contestar. Las cinco de la mañana.

— ¿Hola? —gemí.

—Siento que te despierte, cariño —dijo mamá a través del altavoz. - No desperté a Cande también, ¿verdad? —

—Mm-mm. Estás bien. ¿Qué pasa?

—Me fui de la casa hace aproximadamente dos horas — dijo. —Tu papa y yo tuvimos una larga conversación, pero... no lo manejo muy bien, Lali. Sabía que no lo haría. De todas formas, he estado dando vueltas desde entonces, tratando de ver qué hacer a continuación. He decidido registrarme en un hotel en Oak Hill durante unos días para poder pasar mas tiempo contigo, y este fin de semana voy a comenzar a moverme para Tennessee. Tu abuelo necesita a alguien para cuidar de él. Sera un buen lugar para establecerse. No lo crees?

—Claro, — murmuré.

—Lo siento, —dijo mama. —Debí haberte dicho esto mas tarde. Vuelve a dormir. Llámame cuando salgas de la escuela, y te digo en cual hotel estoy. ¿Tal vez podemos ir a ver una película esta noche? —

—Suena bien. Adiós, mamá—.

—Adiós, bebe —.

Puse mi teléfono en la mesita de noche y estire mis brazos sobre mi cabeza, ahogando un bostezo.

Esta cama, con su cómodo colchón y sus costosas sabanas, era malditamente demasiado cómoda. Nunca había tenido tanta dificultad para levantarme en la mañana, pero eventualmente logre plantar mis pies sobre la alfombra.

— ¿Adonde vas? — pregunto Peter con una voz semidormida.

—A casa — jale de mis pantalones. —Tengo que tomar una ducha y alistarme para la escuela —.
Se levantó en un codo para mirarme. Su cabello era un desastre, rizos cafés cayendo en
sus ojos y sobresaliendo en la parte de atrás. —Puedes ducharte aquí, — ofreció. —Incluso
podría unirme si tienes suerte—.

—No, gracias—.Tomé mi chaqueta del piso y la colgué sobre mi hombro. — ¿Despertaré a tus padres si salgo por la puerta de enfrente? —


—Eso seria difícil considerando que ellos no están aqui—.

— ¿No regresaron a casa anoche? —.

—.Ellos no estarán en casa en una semana, —.dijo Peter. —Y Dios sabe cuanto tiempo se quedaran. Un día. Tal vez dos—.

Ahora que lo pienso, nunca he visto otro coche en la entrada de la casi-mansión. Peter parece ser el único aquí cuando vengo—. Que es malditamente a menudo estos días—.

— ¿Donde están? —.

—.No lo recuerdo—. Se encogió de hombros y rodo sobre su espalda de nuevo. —.Viaje de negocios. Vacaciones en el Caribe, nunca puedo mantenerme al tanto con ellos—.

— ¿Que hay sobre tu hermana?—.

— Amy se queda con nuestra abuela cuando mis padres están fuera, —.dijo.

—Que es esencialmente todo el tiempo—.

Lentamente me moví de regreso a la cama. —.Así que,- —.dije en voz baja, sentándome en la orilla del colchón. — ¿Porque no te quedas ahí, también? Apuesto a que a tu hermana le gustará tenerte cerca—.

—Podría ser, — asintió Peter. —Sin embargo, mi abuela, es una historia diferente. Ella me detesta. No aprueba mí— hizo comillas en el aire— estilo de vida. Aparentemente soy una desgracia para el apellido Lanzani, y mi padre debería de estar avergonzado de mí. —Su risa era hueca y vacía— Porque él y mi madre son el ejemplo de perfección, sabes—.

— ¿Como sabe tu abuela sobre tu, eh, estilo de vida? —

—Oye los rumores de sus amigas. Viejas brujas escuchan a sus nietas desmayándose por mí ¿y quien las puede culpar? — y luego le dicen a mi abuela todo. En realidad yo podría gustarle si saliera seriamente con una chica por un tiempo, pero una parte de mi no quiere darle la satisfacción. No debería de cambiar mi vida para que se adapte a la de ella o a la de cualquier otra persona—.

—Entiendo lo que quieres decir—.Y lo hacia. Porque yo tenia el mismo pensamiento un millón de veces a lo largo de los años. Recientemente incluso me refería a él. Seria fácil cambiar la opinión de Peter sobre mí, pasar el rato con personas diferentes o traer a otra chica a mi círculo de amigos— como la de primer año del juego de baloncesto— para evitar ser la Duff.

Pero ¿por qué debería de hacer algo solo para arreglar lo que él o alguien más piensa sobre mí? No debería de hacerlo. Ni tampoco él. Sin embargo, de alguna manera, su situación se sentía diferente. Eché un vistazo alrededor de la habitación, sintiéndome estúpida incluso por compararlo con la cuestión de Duff. Entonces, sin querer, me encontré a mi misma preguntando, — ¿Pero no te sientes solo? En esta casa tan grande solo tu—. Oh Dios mío.

Estaba realmente sintiendo pena por peter! ¡Peter el mujeriego! ¡El ricachon Peter! ¿El idiota de Peter? De todas las emociones que sentía por él, la simpatía nunca había llegado. ¿Que demonios estaba pasando? Pero si había algo que nos podía relacionar, seria el drama familiar. Por lo que parecía Peter y yo teníamos algunas cosas en común. Ugh.

—Te olvidas que raramente estoy solo—. Se sentó y me miro con una sonrisa. Sin embargo no llego a sus ojos. — Tú no eres la única que me encuentra irresistible, Duffy. Usualmente tengo un flujo sin fin de invitadas atractivas—.

Me mordí el labio, no estando segura si debería de decir lo que tenia en mente. Finalmente, decidí decirlo y ya. No haría ningún daño, después de todo. —Escucha, Peter, esto podría sonar extraño viniendo de mi, ya que te odio y eso, pero me puedes decir cosas si quieres—. Sonaba como algo salido de una cursi película de adolescentes. Fantástico. —Quiero decir, ventilé toda la mierda sobre Pablo a ti, así que si tú quieres hacer lo mismo,... bueno, estoy bien con eso—.

La sonrisa se deslizó por un segundo. — Tendré eso en mente—. Entonces se aclaró la garganta y agregó secamente, — ¿No dijiste que necesitabas ir a tu casa? No querrás llegar tarde a la escuela—.

—Bien—. Me empecé a poner de pie, pero su cálida mano se cerró alrededor de mi muñeca. Me di la vuelta y lo encontré mirándome. Se inclinó hacia adelante y presionó sus labios contra los míos. Antes de que me diera cuenta de lo que estaba ocurriendo, se alejó y me susurro, —Gracias, Lali—.

—Um....no hay problema—. No sabia que hacer con eso. Todas las otras veces que Peter y yo nos habíamos besado, había sido un feroz guerrero haciéndolo. Una introducción al sexo. El nunca me había besado de una manera tan suave, sin avaricia, y como que me
asustó. Pero no tenía tiempo de pensar en eso mientras corría por las escaleras y por el vestíbulo.

Una vez que ya estaba en mi coche, tuve que acelerar — que yo realmente odiaba hacerlo— todo el camino hacia mi casa, y todavía no llegue ahí antes de las seis. Eso me solo una hora y media para ducharme, vestirme, y verificar a mi papá. Que manera tan fantástica de comenzar la mañana. Mejor aun fue el hecho de que las luces de la sala estaban encendidas cuando me acerqué a mi entrada. No era una buena señal. Papa siempre— siempre— apagaba cada luz en la casa antes de acostarse. Lo trataba como un ritual. El hecho de que las había dejado encendidas era definitivamente un mal presagio.

Oí el ronquido en cuanto entré en puntillas y al instante supe que había comprado más cervezas. Incluso antes de ver las botellas sobre la mesa de centro o su forma inconsciente en el sofá, yo sabia. Se había emborrachado lo suficiente como para perder el conocimiento.

Comencé a avanzar pero me detuve. Por mucho que quisiera, no tenía tiempo de limpiar el desastre de papá. Necesitaba ir arriba. Necesitaba ir a la escuela. Y mientras me arrastraba hacia mi habitación, me dije a mi misma que el estaría bien. Él solo estaba sorprendido, estaría bien, y este... episodio pasaría sin incidentes. Yo apenas podía sostener en contra del hombre que tomara unos cuantos tragos, considerando la bomba que mama le dejo caer, no?

Tome una ducha rápida y seque mi cabello que siempre me toma una eternidad, en serio,tal vez debería de cortar todo mi cabello como Cande en vez de perder mi tiemo antes  de ponerme ropa fresca. Después de cepillar mis dientes, me dirigí a la planta baja de nuevo y entré a la cocina para tomar un Pop-Tart para el camino. Entonces salí, por la puerta de enfrente.

Para la hora que llegué a la escuela, el estacionamiento de los estudiantes estaba casi lleno. Tuve que aparcar en la última fila y correr— con mi mochila de veinte libras— a las puertas dobles. Por supuesto que para el momento en que llegué al pasillo principal me quedé sin aliento. Dios, pensé miserablemente mientras movía mi gordo trasero hacia español, no es de extrañar que sea la Duff.

Estoy tan malditamente fuera de forma que es deprimente. Bueno al menos los pasillos estaban más o menos vacios. Eso significaba que nadie había presenciado lo patética que soy.

—Hey, ¿a donde fuiste ayer? — Pregunto Euge cuando me dejé caer en mi escritorio solo segundos antes de que sonara la campana. —No estuviste en almuerzo o en inglés. Cande y yo estábamos un poco preocupadas—.

—Me fui de la escuela temprano—.

—Pensé que las tres íbamos a hacer algo para celebrar que el Día de San Valentín todas estábamos solteras—.

— ¿Eso es un poco irónico, no te parece? — Suspiré y moví mi cabeza, tratando de no mirar en sus grandes ojos heridos... Dios, ella era buena haciéndome sentir culpable. Y yo sabia que iba a pagar por haberle colgado a Cande ayer por la noche. —Lo siento, Euge. Algo surgió ayer. Te diré todo al respecto después de la escuela, ¿está bien? —.

Antes de que pudiera decir algo, la Sra. Romali se aclaro la garganta y grito, —Silencio, buenos días, amigos. Hoy vamos a comenzar con el tiempo presente progresivo, y les advierto desde ahora que es bastante malditamente difícil.- Y lo era. La Sra. Romali nos pasó una hoja de trabajo que nos mantuvo ocupados hasta el final del bloque. Para la hora que la campana sonó, yo realmente me estaba cuestionando mi afecto por la clase de español, y no estaba sola.

— ¿Es demasiado tarde para cambiar clases por el semestre? — Ángela le pregunto a Euge y a mi cuando caminamos fuera del salón de clases.

—Como un mes demasiado tarde, — le dije.

—Maldita sea—.

—Adiós, Lali! — gritó Euge mientras corría dirigiéndose a su clase de Química.

— ¡Nos vemos en el almuerzo!—

La saludé con la mano y comencé a caminar hacia el otro pasillo. Hoy, sin embargo, realmente estaba esperando la clase de AP gobierno. Gas Dalmau me había pedido que me sentara cerca de él. Ya no seria la chica solitaria de atrás del salón. Nunca pensé que cambiaria o que seria demasiado feliz cuando lo hiciera. ¿Que puedo decir? El aislamiento auto-impuesto estaba finalmente comenzando a molestarme.


Pero Gas no estaba ahí. Su asiento estaba completamente, cien porciento vacio cuando entre al salón (por una vez estaba demasiado temprano, de la manera que al Sr. Chaucer le gustaba), y mi corazón se hundió un poco...o tu sabes, demasiado. Al menos no me tenía que sentar sola. Janine prácticamente me arrastró hacia enfrente del salón, aparentemente perdida sin Gas para mantenerla entretenida.

Ella debía ver decepcionada que yo no era ni cerca de inteligente con sus chistes políticos como su usual compañero. Todo lo que yo podía ofrecer eran algunos comentarios sarcásticos sobre la utilidad del sistema judicial. Dios, extrañaba a Gas. También él Sr.Chaucer. Parecía ponerse aburrido con su lectura ininterrumpida, y despidió la clase solo a medias cuando la campana sonó, y su labio inferior sobresalía como el de un niño. Y dicen que los maestros no tienen favoritos.

Estaba aliviada de estar afuera de ese salón, que parecía frio sin los comentarios esclarecedores de Gas, hasta que llegué a la cafetería. La mesa del almuerzo no era exactamente un ambiente amoroso y cálido esa tarde. Cande me miró durante todo el almuerzo, obviamente molesta de que le había colgado la noche anterior. Pero aparentemente no lo suficiente molesta para reunirse con Euge y conmigo después de la escuela para escuchar mis excusas. Había prometido explicarles las cosas después de
clases.

Por supuesto, eso significaba que al segundo que la campana sonó, me arrastraron adentro del baño vacio y comenzaron a hacerme demandas como — ¡Escúpelo! — y —¡afuera con eso! — antes de que pudiera tomar un maldito solo suspiro.

Gemí y me deslicé por el frío muro de concreto para aterrizar sentada en el suelo. Abracé mis rodillas ligeramente y dije, — Está bien, está bien. Así que mama se presentó ayer por la tarde—.

— ¿Ya regreso de su viaje? — pregunto Euge.

—No exactamente. Solo vino a hablar conmigo. Ella y mi Papa se van a divorciar—.

Euge puso una mano sobre su boca asombrada, y Cande se arrodilló a mi lado tomando mi mano. — ¿Estas bien, La?- —pregunto, dejando su ira hacia mi.

—Estoy bien, — dije. Sabía que ellas estarían más molestas sobre eso que lo que yo estaba. Cande, cuyos padres habían pasado por un largo y amargo divorcio, y Euge, que no se podía imaginar nada más infeliz y perturbador.

— ¿Es por eso que faltaste el Día de San Valentín anoche? — preguntó Euge.

—Si, — dije. —Lo siento. Yo solo... Realmente no me sentía con ganas de celebrar—.

—Debiste haber llamado, — dijo Cande. —O haberme dicho algo en el teléfono por la noche. Yo te hubiera escuchado, sabes—.

—Lo se. Pero realmente, estoy bien. Era solo cuestión de tiempo. Lo he estado esperando por un tiempo—. Me encogí de hombros. —Y, honestamente, no me molesta realmente.102 Quiero decir, ustedes saben que mi mamá no ha estado mucho en el pasado por algunos años, así que realmente no cambiará mucho eso. Pero solo va estar en la ciudad por unos días, por lo que necesito irme ahora mismo—.Me puse de pie.

— ¿Adonde vas? — preguntó Cande.

—Le dije a mi mamá que veríamos juntas una película esta tarde. — Agarré mi mochila y me di un vistazo a mi reflejo en el espejo. —Lo siento. Chicas se que ustedes quieren hablar sobre eso o lo que sea, pero mi mamá se marcha al final de la semana, así que...—

— ¿Estás segura que estas bien? — Pregunto Cande con escepticismo.

Dudé, levante mi mano para cepillar algunas ondas castañas de mi cara. Les pude haber dicho entonces. Podría haberles dicho sobre papá y las botellas de cerveza y como estaba confundida. Ellas eran mis mejores amigas después de todo. Se preocupaban por mí. ¿Pero que pasaría si delato a Papa, que podría pasar? ¿Y si se corriera la voz? ¿Que pensaría la gente de él entonces? Yo no podría manejar eso. Incluso el pensar que mis mejores amigas lo juzgarían me incomodaba. El era mi papá, después de todo. Y esto era una cosa pequeña. El solo estaba pasando por un momento difícil. Nada de que preocuparse.

—Positivo, — dije, apartándome del espejo con una sonrisa forzada. —Pero debería irme ya. No quiero que Mama esperé—.

—Diviértanse, — murmuro Euge, sus ojos todavía bien abiertos con inocente sorpresa. Tal vez le debería haber dado la noticia más suavemente.

Estaba casi fuera de la puerta del baño cuando Cande me llamó. —Hey, La, espera un segundo—.

— ¿Si? —

—Vamos a salir este fin de semana, — dijo. —Para compensar por no haber salido el Día de  San Valentín. Todas podríamos ir al Nest. Una Noche de Chicas Fuera. Será divertido. Incluso te compraremos helado—.

—Claro. Te llamo mas tarde, pero realmente tengo que irme—. Con un saludo, corrí fuera del baño. Si, yo quería ir a ver una película con mamá, pero esa no era la razón de mi prisa. Había algo más que tenia que hacer primero.

Una vez que estuve en mi carro, no perdí tiempo en sacar mi teléfono. Marque el familiar número y espere para que la voz profesional del hombre respondiera.

—Has llamado a Tech Plus. Este es Ricky. ¿En que le puedo ayudar?—

Quería hablar con papá. Para asegurarme de que estuviera bien y dejarle saber que saldríamos de esto. Solo, tú sabes, ser de apoyo. Yo sabía que lo necesitaba. Después de la noche que tuvo, sabía que estaría teniendo un día horrible en el trabajo. Además, yo estaba lidiando con la noticia muy bien, podría al menos ayudarlo a salir de esto.


—Buenas tardes, Ricky, — dije. — ¿Esta Carlos Esposito disponible? —

—Me temo que no. El Sr. Esposito no vino hoy—.

Me senté ahí, aturdida por un minuto, sabiendo que significaba eso. Pero me saqué las preocupaciones arrastrándose en mi estómago. El solo estaba teniendo una mala resaca después de una mala noche. Probablemente más que suficiente para recordarle porque había dejado de beber en primer lugar. El estaría bien mañana. Tenia la esperanza.

—Gracias, de todos modos, — dije. —Que tengas un buen día. —Colgué el teléfono y empecé a marcar otro número. Esta vez una mujer con una clara y alegre voz respondió.

— ¿Hola? —

—Hey, Mama. — Me esforcé para sonar al menos semi-optimista. Si estaba demasiado feliz, ella sabría que algo estaba sucediendo. Después de todo, yo solo no era del tipo lleno de vida. — ¿Todavía quieres ir a ver una película esta noche? —

—Oh, hola, Lali! — Exclamó mamá. —Si, eso suena bien. Escucha, cariño, ¿has hablado hoy con tu papá? ¿El está bien? El se alteró tanto la noche anterior, y estaba llorando cuando me fui—.

Por la forma en que hablaba, me di cuenta que no tenia ni idea de que había recaído, de que había tocado una botella. Si lo hiciera, su voz hubiera sido mucho mas tensa, llena de preocupación. Tal vez incluso al borde del pánico. Pero sonaba calmada. Solo un poco preocupado. El hecho de que ella fuera tan ciega realmente me molestó. Quiero decir, el había dejado de tomar hace casi dieciocho años, pero aun así. El pensamiento debía de haber cruzado por su mente. Pero no quería ser yo la que le diera la noticia.

—El esta bien. Acabo de hablar con el hace un segundo. El va a estar en su trabajo hasta tarde esta noche, así que una película funciona muy bien para mí—.

—Oh, esta bien. Me alegra escuchar eso, — dijo mamá. —Que quieres ver? Ni siquiera se que es lo que esta en el cine ahora—.


—Yo tampoco, pero estaba pensando que una comedia estaría bien—Papá no estaba mejor al siguiente día.


O el día después de ese.

1 comentario:

  1. Uuuh pobre lali �� anais subi las dale q estoy aburrida atte Diana��

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