viernes, 20 de noviembre de 2015

capitulo 4




Peter 

Ignoré las pocas llamadas de vico después de que me apresurara a salir del condominio como un hombre corriendo por su vida. Él tendría que superarlo. No podía explicarle. Lanzaría más dinero de lo que había pensado originalmente para compensarlo. 

Estar tan cerca de Mariana y no ir tras ella cayendo de rodillas rogándole que me perdonara por la mierda estúpida que dije sería imposible. Odiaba verla sufrir. Odiaba hacerlo. Era un imbécil. Pero no podía dejar que se me acercara. Ella era muy dulce e inocente. 

Cerrando la puerta de mi Jeep, tomé una respiración profunda antes de dirigirme hacia el condominio. La música ya se dejaba oír a través de las ventanas y llenaba el estacionamiento. Llegué temprano para poder pasarle a Vico un poco de dinero y así superara el hecho de que lo dejé tirado. Antes de llegar a la puerta, ésta se abrió y Vico salió. Su ceño parecía más de preocupación que de enojo. Mierda. 

—¿Estás bien? —Fueron las primeras palabras que salieron de su boca. Metí la mano en mi bolsillo trasero y saqué un par de cientos.

 — Toma esto. Es mi parte de la fiesta. Surgió un problema antes y tuve que correr. 

Vico extendió la mano y los tomó, pero no los guardó en su bolsillo. Los sostuvo entre sus dedos. 

—¿La cagaste con algo de mierda y no puedes librarte? 

¿Qué? Espera… ¿Se refería a drogas? 

—Uh, no. 

Las cejas de Vico bajaron, y me mostró el dinero que le acababa de dar.

 —Entonces, ¿de dónde diablos sacas el dinero que nunca parece escasearte? Porque sé de dónde vienes, chico, y no es una herencia. 
  
Esta no era la primera vez que esquivaba la pregunta. Pero era la primera vez que tenía que tratarla sobrio. 

—No se trata de drogas, Vico. Ahora pon la mierda en tu bolsillo y déjame entrar. 

Vico se removió en sus pies, pero no se movió. 

—Sabes que si necesitas ayuda para salir de algo, cubriré tu espalda. ¿De acuerdo? 

Cubría mi espalda desde que éramos niños. También fue al único amigo que invité a mi remolque, mientras crecíamos. Sin embargo sólo lo invité una vez. Mamá estaba tan drogada que lanzó los pocos platos que teníamos por toda la cocina, porque me olvidé de recoger sus botellas vacías de whisky y tirar la basura la noche anterior. 

Todavía podía ver la expresión de horror en los ojos de Vico ese día. Había sido la primera y última vez que dejé que alguien fuera. Asentí, entré rodeándolo y me dirigí a la puerta. Dio una palmada en mi espalda al pasar, y sabía que estábamos bien. El lugar lucía increíble. Esas bolas de papel colgaban del techo y se veían bastante bien. Había flores en floreros envueltos con luces blancas por todas partes. Increíblemente, todavía no se encontraba demasiado lleno, pero sabía que todo el mundo llegaría pronto.

 Escaneé la habitación rápidamente por cualquier señal de Mariana. Aún no se encontraba aquí. Tenía tiempo para tomar una copa y encontrar una mujer a la cual aferrarme antes de que apareciera. Se hallaban varias estaciones con camareros afuera en el patio y alrededor de la piscina. 

Me abrí paso hacia ahí. El aire fresco y un trago de Cuervo me sentaría bien. 

—Me abandonaste. Debería empujarte a esa piscina —dijo Cande amenazadoramente mientras caminaba hacia mí. 

—Lo sé. Lo siento. Le di algo de dinero a Vico para compensarlo. Surgió algo. Me tuve que ir. 

Cande rodó los ojos. 

—Las putas baratas no son una emergencia. Están a montones. 

Dejé que creyera que me fui para echar un polvo. Era mejor que la verdad. Que salí corriendo porque Mariana Esposito permanecía tan jodidamente bajo mi piel que no podía pensar con claridad. Ella fue lo único en mi cabeza mientras aliviaba un poco de tensión en la ducha antes de salir para la fiesta. 

—No me presiones. Podría desnudarme y hacer que empiece la fiesta —le contesté con un guiño. 

—No me sorprendería —respondió y se alejó. 

Paré ante la primera estación de bebidas cuando vi a Agus, otro de mis mejores amigos desde la escuela primaria. Vico, Gas, Agus y yo nos mantuvimos unidos desde el día en que a todos nos suspendieron en segundo grado por pelear en el patio de recreo. Eso hizo que se formara un vínculo que nunca daría por sentado. Necesitaba una familia. Se convirtieron en una para mí. 

—Pero si es el rey cobarde —dijo Agus—. Me presento para ayudar y tu culo ya está huyendo. Claro, no me sorprendió. Me sorprendería más si te quedaras y trabajaras todo el día. 

—Cállate, perezoso, sé que no te quedaste todo el día —le contesté con una sonrisa y miré al joven en smoking detrás de la barra—. Necesito un trago de tequila. 

—Comenzando fuerte, ¿eh? Maldición. 

Empecé a responder cuando los ojos de Agus se abrieron y dejó escapar un silbido. Seguí su mirada y casi tragué mi maldita lengua. 

Mariana se hallaba aquí. Vistiendo un vestido blanco corto y ajustado. Sus piernas largas y bronceadas lo parecían aún más con las sandalias de tacón alto de bronce que llevaba puestos. Su sedoso cabello castaño se encontraba rizado y recogido sobre su cabeza, mientras varios rizos que caían sueltos rozaban su cuello y dejaban sus hombros al descubierto. Ah, infiernos. 

—¿Está con Pablo Riera? Joder, espero que no. Gas se enojará.—Las palabras de Agus me dieron una bofetada en la cara.

 Arranqué mis ojos de ella para mirar el brazo de quién sostenía. El hermano de Nico Riera le sonreía, diciéndole algo. La hacía reír. Ella lo miraba como si fuera fascinante. Mierda. Una neblina roja se apoderó de mi visión y empecé a moverme. Una mano se cerró sobre mi brazo y me jaló hacia atrás. 

—¿Qué demonios haces? —El tono duro de Agus me sorprendió.

 ¿Qué hacía? 

—Yo, él, ella… No lo sé.

 No miré a Agus. No podía explicar esa reacción estúpida. En cambio, me volví hacia el camarero. 

—Que sea uno doble y mantenlo constante. 
  
  
Lali 

Pablo era todo lo que Peter no era. Educado. Le gustaba hablar conmigo. Me hacía sentir atractiva. No decía cosas malas que hirieran. No escaneaba la multitud en busca de una mujer para follar. Se encontraba conmigo. Completamente. Fue muy agradable. Me gustaba sentirme deseada. Entonces, ¿por qué seguía mirando a Peter? Ya bebía mucho y Gas ni siquiera llegaba. 

—¿Quieres algo de beber? —preguntó Pablo a mi lado.

 Arranqué mi mirada de Peter y giré hacia mi cita. 

—En realidad no. A menos que tú quieras —le contesté. 

En serio no quería ir a ninguna parte cerca de la barra. Estar lejos de Peter era lo mejor. 

—¿Cande hizo todo esto? Hizo un trabajo fantástico. Este lugar luce mágico. Muy romántico —dijo Euge con asombro cuando ella y Nico se acercaron a nosotros.

 Se detuvieron en la puerta y dio comienzo la solicitud de autógrafos. Necesitaba encontrar a Cande y que pusiera fin a eso. Una gran cantidad de gente aquí se acostumbró a tener a Nico cerca, pero sería nuevo para algunos invitados y supe que Euge también lo notó. 

—Sí, trabajó en esto durante todo el día. Dirigió y nosotros seguíamos —le contesté. Euge me agarró del brazo y me acercó. 

—Peter mira hacia acá. No parece feliz. Tenemos que movernos —susurró.

 Estuve de acuerdo. 

—Vamos, vamos a la playa y ver lo que Cande decidió hacer bajo la carpa que tiene por ahí. Sé que están tocando música y es donde está la pista de baile. 

—Oh, espera. Gas y Rochy están aquí —dijo Euge, apuntando hacia la puerta por la que habíamos venido. 

Se hallaban dentro, hablando con los invitados. Teníamos que ir a hablar con ellos antes de escaparnos a la playa. 

—Vamos a saludar primero —le contesté, mirando a Pablo para ver si se encontraba de acuerdo con esto. 

—Sí, hagamos la cosa del hermano mayor de una vez. De esa manera puedo estar menos nervioso. —El tono divertido en su voz no le quitó la expresión seria en sus ojos. Se encontraba nervioso.

 Gas me dejaba salir en una cita, siempre y cuando la aprobara. No podía respirarles en el cuello a todos los chicos o avergonzarme. 

—Estará bien. Vamos. 
  
—No sé si debería creerle. Tu apellido es Riera —dijo Nico, arrastrando las palabras. 

—Oh, ya basta. Sabes que ha superado eso. Míralo. Está enamorado de Rochy —contestó Euge. 

Erase una vez, Gas estuvo loco por Euge. Así fue como la conocí. Pero Nico Riera fue el único hombre en ganar el corazón de Euge. Gas nunca tuvo una oportunidad. Cuando Rocio entró a su vida, estuve tan feliz por él. Era tan hermosa por dentro como por fuera. Tuvieron un gran obstáculo que superar gracias a nuestro padre y la hermana de Rocio, pero se amaban lo suficiente. Más que suficiente. Quería eso algún día. 

—Seré feliz cuando esté casado. Tal vez con un niño o dos — respondió Nico. 

La sonrisa torcida en su cara aseguró que bromeaba. Bueno, tal vez un poco de eso era cierto. Nico era increíblemente posesivo con Euge. No le gustaba que cualquier chico se acercara demasiado. Gas se acercó demasiado una vez. Euge rió y lo besó en la mejilla.
 Gracias a los tacones de aguja que llevaba, no tenía que ponerse de puntitas. 

—Voy a mudarme contigo mañana. ¿Qué más quieres?  

Nico levantó una ceja ante su pregunta. 

—¿De verdad quieres que te responda con una audiencia? 

Euge se ruborizó y agachó la cabeza, haciendo que Nico riera.
(kjkj esta ves es que se reía no por su apellido jdhdjd)

 —Vamos a ver a Gas. Estos dos sólo se van a poner más asquerosamente dulces cuanto más tiempo permanezcamos aquí —dijo Pablo, llevándome más allá de Euge y su hermano. 

Gas y Rochy se encontraban bajo las luces blancas que Cande y yo encadenamos y envolvimos alrededor de varias de las linternas de papel en el centro de la sala principal. La sonrisa en el rostro de Gas casi me hizo llorar. Me encantaba verlo tan feliz. Me encantaba que hubiese encontrado a Rochy. Si alguien merecía un “felices para siempre”, era mi hermano mayor, de gran corazón. 

—¿Estás segura que no me lanzará un golpe? —preguntó Pablo con la boca muy cerca de mi oído.  

Asentí. 

—Sí, estoy segura. Vamos. 

 Como si pudiera oír el susurro, Gas levantó los ojos para encontrarse con los míos. La sonrisa en su rostro se congeló cuando movió la mirada de mí a Pablo, pero sólo por un momento. La expresión sinceramente feliz regresó cuando hizo contacto visual con Pablo. Al parecer, lo aprobó. 

—No esperaba que aparecieras con una cita —dijo Gas cuando nos detuvimos frente a él y Rochy. 
  
—Fue algo de último minuto. Pablo me salvó de venir aquí sola —le expliqué.  

—O tu hermana aceptó salir conmigo, tomé la oportunidad y fui por ello —respondió Pablo. 

Gas sonrió y asintió. 

—Podrías gustarme.

 Rochy le tendió la mano a Pablo. 

—Soy Rocio, y es muy agradable conocerte. Si tienes la suerte de conseguir una cita con Mariana, entonces debes ser un gran tipo.  

Pablo le dio la mano a Rochy, entonces me miró con una sonrisa.

 —He estado trabajando en conseguir el valor suficiente para pedirle una cita por un tiempo. Esta noche fue mi golpe de suerte.

 ¿En serio? ¿Ha estado interesado en mí por un tiempo? Guau. No me lo esperaba. Era Pablo Riera. Aparecía en todas las noticias y las revistas del corazón lo amaban. 

—Bien, nos agrada que estés aquí —le aseguró Rocio. 

—¿Qué hace? —preguntó Gas, dando un paso hacia adelante, su atención dirigida hacia afuera. 

—Mierda —gruñó Vico, corriendo por nuestro lado y hacia las puertas que daban a la piscina. Gas fue tras él. ¿Qué pasaba? Entonces vi a Agus de pie entre Peter, quien se apoyaba contra la barra con una sonrisa divertida en su rostro y un tipo que le gritaba a Peter y le apuntaba sobre el hombro de Agus. 

Empecé a seguir a Gas. Sucedía algo malo. ¿Peter comenzó una pelea? ¿Por qué hacía esto? ¿Y por qué diablos me importaba tanto? 

—Espera, no vayas ahí, Mariana —llamó Rochy cuando empecé a ir detrás de mi hermano. Quería correr e ignorarla, pero dejaría a Pablo detrás. 

Los grandes ojos de Euge se encontraron con los míos, ya que ella y Nico se detuvieron justo detrás de nosotros para dar sus felicitaciones a Gas y Rochy. Tenía que darles una razón por la que tenía que ir afuera. Necesitaba ver si Peter se encontraba bien. 

—Regresaré. Puede que me necesiten. —Era lo mejor que se me ocurrió antes de correr detrás de Gas.   


HOY A LA NOCHE OTRO CAP

haré maratón pero no se si el sábado o el domingo 

Pd: las quiero y comenten

7 comentarios:

  1. Maasssss mañana has la maraton
    quiero saber como sigue

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  2. Chicas tenia listo el cap de esta noche pero se demoraron en comentar dbnd a si q mañana subo dos caso y el domingo va la maratón ...

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  3. Chicas tenia listo el cap de esta noche pero se demoraron en comentar dbnd a si q mañana subo dos caso y el domingo va la maratón ...

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  4. ufa... Bueno está bien espero el de mañana pasa que tenemos cinco horas de diferencia horaria, acá ya son la una de la mañana. Besos

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  5. Este serua como el cap 4 no? Te equivocaste enn los numeros xq no hubo 3.
    Si subi otro y haz maraton :)

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  6. No puede evitar preocuparse.

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