domingo, 1 de noviembre de 2015

capitulo 11






Me despierto impactada por el golpe de la puerta abriéndose. Cuando miro hacia arriba, Luz está parada en la puerta, saltando con entusiasmo sobre sus pies adelante y atrás.

 ―¡Tú aún estás aquí! ¡Sí! ―Agarro la sábana firmemente, rogando que ella no se acerque más.

 Peter da un vistazo sobre mi hombro.

 ―Oye niña. Danos unos pocos minutos y bajaremos para el desayuno. ¿Está bien? ―Luz sonríe y asiente con su mano y tan pronto cierra la puerta ambos comenzamos a reír―. Tenemos que vestirnos antes de que ella vuelva.   

Me quejo mientras dejo la comodidad de la cama de Peter y me visto a regañadientes. Hacemos nuestro camino hacia abajo y veo a su mamá, a su hermana, y alguien a quién solo puedo asumir que es su papá. Él tiene el cabello como sal y pimienta, los mismos preciosos ojos de Peter, y él parece listo como para ir a un campo de golf con su atuendo. Está parado cuando me nota y viene hacía a mí.

 ―Hola, tú debes ser Lali―. Cuando el papá de Peter me abraza, quiero estar feliz y disfrutar el hecho de que su familia me está aceptando. 

El dolor aún está allí, sin embargo, me duele. Odio lo increíblemente jodida que estoy. Agarró a Peter mirándome. ¡Oh Dios! ¿Él lo notó? Me alejo de su papá, entonces puedo atrapar mi aliento. Peter coloca una mano en mi espalda, pero no puedo sentirlo hasta que mira mi cara. Mirando. Mierda, ¿está poniéndonos juntos? 

―Mucho gusto Señor Lanzani. 

―Tonterías, puedes llamarme Adam. ―Le sonrío y me siento a la mesa.

 Peter sigue mirándome hasta que su mamá le pregunta algo. Estoy demasiado distraída y nerviosa para poner atención en lo que ellos están hablando. 

―¿Qué piensas, nena? 

Me giro para mirarlo, sacándome del aturdimiento en el que estoy.

 —¿Sobre qué? 

—Mis padres quieren ir a al club de campo hoy. Nos preguntaron si queremos ir con ellos. 

Le sonrío, esperando aliviar la obvia tensión en sus ojos.

 —Está bien, suena bien.

 Terminamos de desayunar y mientras esperamos a que todos estén listos, Peter me empuja dentro de su habitación.

 —Tienes que decirme que está pasando, Ángel. Porqué tienes tanta ansiedad, porqué pareces como si estuvieras sufriendo la mitad del maldito tiempo. Tienes que decirme que rayos está pasando.

 Mierda. Paso mis manos por mi cabello.

 —Peter, no puedo.

 —¡No! —él grita, pero se detiene, dándose cuenta de donde estamos. Su voz es baja ahora, pero aún lo suficientemente alta para saber que está enojado—. Ese “No puedo”, ya no funcionará más. Tienes que decirme ahora. 

—Está bien, solo no aquí. Cuando volvamos a tu casa.

 Él parece pensar en mi proposición antes de asentir y luego caminamos fuera de la habitación. Me siento en su cama y descanso mi cabeza en mis manos. Estoy completamente jodida. Las cosas hubieran sido perfectas si no hubiera habido tanta tensión entre nosotros dos. Sé que su mamá lo notó por la manera en que nos mira. Almorzamos y pasamos el resto del día en la piscina y jugando con Luz. Unas pocas veces creo que Peter olvida cuan enojado está, pero esos momentos son pocos y distantes entre sí.

 Cuando su mamá nos invita a la cena, dice que no porque quiere ir temprano a su show esta noche. Así estaremos en casa hasta las cinco y su show no comienza hasta las ocho. Mucho tiempo para hablar. Maldición. Él no me habló por cuarenta y cinco minutos enteros en el coche. No sé si pensaría que me haría sentir culpable, pero no lo hace. Solo me saca de quicio. 

Cómo se atreve a estar enojado conmigo por tener secretos cuando él tiene los propios suyos, como Mar y su razón detrás de su problema de control. Si quiere saber mis secretos será mejor que esté listo para decirme los suyos. Caminamos dentro de su casa e inmediatamente se dirige a la sala de estar. Lo sigo como un niño en tiempo de espera. Cuando me siento, él solo me mira con expectación. Definitivamente haré fácil esto para él. Después de unos minutos de silencio, él suspira. 

—Tienes que decirme, Ángel.

 —Tú primero 

Peter entrecierra sus ojos en mí. 

—¡¿Qué carajo se supone que debo decir?! 

—Tú primero. Quieres saber sobre mis demonios luego dime los tuyos. Quiero saber quién es Mar y si ella es la razón de que quieras este control sobre mi. 

—¡No! —Él se para—. No puedes dar vuelta esta mierda sobre mí. Estamos hablando de tus estúpidos problemas ahora mismo. 

Las lágrimas arden en mis ojos pero las obligo a volver. 

—Eso es porque nunca nos permitimos hablar de los tuyos.

 —¡¿Realmente quieres saber, Ángel?! Te ayudará a dormir mejor por la noche saber que Mar está muerta. ¿Ella murió por mí? ¿Eso querías saber, verdad? ¿Querías saber mis malditos secretos? Bien, ahora lo sabes. Mierda.

 —¿Qué quieres decir con que murió por ti? ¿Qué pasó? ―Me paro y coloco mi mano en su hombro intentando calmarlo pero él se sacude.

 ―No, quieres saber la historia siéntate y escucha. 

Me siento y espero. Él se pasea de aquí para allá en frente de mí. 

―¡Carajo! ―grita él y yo salto al poder detrás de su voz―. Mar tenía dieciséis, hermosa por dentro y por fuera, ella era perfecta. Fuimos amigos desde el jardín de infantes, pero en nuestro primer año de secundaria se convirtió en algo más ―Él toma un profundo aliento, casi como si fuera doloroso continuar―. Fue entonces cuando empecé a notar los moretones. Siempre le preguntaba por eso, pero ella me daba una estúpida excusa y luego se cerraría. Su mamá murió a temprana edad así que solo eran ella y su papá. Una semana antes de que fuéramos a la universidad, las cosas comenzaron a ponerse peor. Le supliqué que me dejara decirle a alguien pero ella se negó. Yo era un esquelético de mierda y sabía que no podía defenderla de su papá. 

Él paró de hablar, pero yo no digo nada.

 ―Él era un ex Marine, y al parecer sufría de Trastorno de Estrés Postraumático. Era esquizofrénico y la mitad del tiempo no sabía que era lo que estaba pasando. El día que se supone nos iríamos, ella nunca apareció. Nunca llegaba ni un minuto tarde, entonces supe que algo andaba mal. Fui a su casa y los encontré. Su papá le disparó y luego se suicidó. La policía encontró una nota que decía que no podría vivir sin ella, entonces se la llevo con él. Sabe que debería haber estado allí para ella. Sabía que mierda estaba pasando y si le hubiera dicho algo a alguien ella podría estar aquí.

 No puedo dejarlo sentado aquí y culparlo a si mismo por esto. 

―Peter, tú solo… 

―¡Ya se lo que vas a decir! Era solo un niño. ¡Todo el mundo tiene arrepentimiento, la diferencia es, que me costó a la mejor persona que había conocido en mi estúpida vida! ¡Ese es el gran secreto! ¿Estás feliz ahora, Lali?

 Él dice mi nombre con tanto desprecio que me estremezco.

 ―¿Es lo que querías oír? Ese es el porqué de que controle todo en mi vida, entonces nada está fuera de mis manos otra vez. No más malditos arrepentimientos. —Él se sienta, obviamente cansado de su confesión. Me siento en silencio, sin saber cómo responder. Así que digo lo que pienso. 

―Peter, no sé qué decirte. Solo pienso que… 

―No. Lo único que quiero escuchar ahora es tu secreto, arrancaste el mío de mí, ahora es tu turno. 

Está siendo tan cruel, tan diferente de cómo siempre lo he visto. 

―Hace unos cuantos meses fui atacada. Alguien en internet pretendió que yo le gustaba y cuando nos encontramos, me secuestró. No recuerdo mucho de eso porque perdía y recuperaba la conciencia. Me tuvo durante unas horas y realmente no quiero entrar en todos los detalles sangrientos. Por suerte, no estaba gravemente herida y Gas me encontró en el maletero de su coche antes de que fuera muy tarde. 

Tomé una respiración profunda y me prepare para decirle lo que nadie en el mundo sabía. 

―Desde entonces, no puedo soportar que me toquen. ―Alza su cabeza y me mira a los ojos―. Me duele, casi como un cuchillo, excepto contigo. Tan pronto cuando alguien me toca, es un dolor inmediato… mi hermano, mis mejores amigos, incluso mi familia. No puedo soportar en absoluto tener ningún tipo de contacto con ellos. Pensé que siempre seria así y que estaba destinada a estar sola, hasta el día en que te conocí. No sé por qué y no puedo explicarlo, pero tú eres la única  persona que puede tocarme sin que me duela.  

La ultima confesión y terminaría.

  ―También tenía pesadillas de él, y de esa noche, pero puedo ahorrarte eso también. Por lo general son cosas que en realidad nunca pasaron pero son siempre con él. La mayor parte del tiempo me despierto gritando, pero cuando estoy contigo todo eso desaparece. Cuando nos conocimos te dije que era problemática y tenía mucho con que lidiar. Esta es la razón. Estos son mis demonios.  

Sus ojos se oscurecen y la expresión de su rostro realmente me asusta.

 ―¿Qué pasó con él? 

―Él, mm, murió.

  Pensé que eso haría que se calme pero no lo hace. Se levanta y arroja un florero a la pared, haciendo que se rompa en un millón de pedazos. 

―¡Este es el tipo de mierda que quería evitar! Es por esto que no quería jodidamente salir con alguien. Me quitaste lo que necesito. No puedo controlar esta mierda y no puedo lidiar con esto. No puedo soportar saber que todos a tu alrededor te causan dolor. No puedo soportar saber que ese hijo de puta sigue asustándote y no hay nada que pueda hacer. ―Sale de la habitación y lo sigo. 

―¿A dónde vas? ―Sé que sueno desesperada, pero la verdad es que lo estoy. 

―Voy a salir. Solo. Llegaré tarde a casa. Puedes quedarte si quieres. 

―¡¿Qué demonios se supone que significa?! ―Le grito pero no se voltea. Solo sigue caminando―. ¡Peter!

 ―Significa que puedes quedarte si tú quieres. Si no, vete a la mierda. ―Tira la puerta detrás de él y me acuesto en el piso. 

Sabía que nadie podía soportar mi mierda. Lo acabo de perder. Ni siquiera tuve la oportunidad de decirle que lo amo. No sé cuánto tiempo me senté ahí. Me dolían los ojos de tanto llorar y todo mi cuerpo temblaba. No puedo creer que esto esté sucediendo. La intensidad de la historia de Peter, más su reacción por la mía, me ha dejado destruida. 

No puedo llorar más porque ya no hay más lágrimas. Marco el número de Peter pero se va directamente al buzón de voz. Cuando miro la hora en mi celular son las siete y cuarenta y cinco. Su show está a punto de empezar. No puedo creer que me haya abandonado. Voy a la cocina por un vaso de agua. Algo al final de la mesa en la sala llama mi atención. Es mi pase backstage para esta noche. Sé que no debo seguirlo y sé que dijo que quería espacio, pero sólo quiero verlo. Él ni siquiera necesita saber que estoy allí.  

Llamo un taxi y por suerte llega bastante rápido. Estoy en el lugar unos minutos antes de las nueve. Cuando camino hacia las puertas delanteras, los asistentes me miran divertidos. Sé que puedo ir por la puerta trasera porque técnicamente el pase es para el backstage, pero quiero ver a Peter, sin que él sepa que estoy aquí. Me dirijo hacia el frente del escenario, asumiendo que puedo mezclarme con los fans. 

La banda está en el escenario y todos son increíbles, pero no puedo quitar mis ojos de Peter. Él es todo lo que un cantante debe ser, enigmático, talentoso y hermoso. Los gritos son tan fuertes que son ensordecedores. Comienza a sonar una canción familiar y la reconozco por la de la primera vez que lo conocí. Es la que cantamos juntos en el escenario. Peter camina hacia el borde del escenario y los gritos continúan. 

―Bueno. Normalmente, elegimos a una señorita sexy del público para que nos ayude con la siguiente canción, ¡pero esta noche tenemos un invitado especial! ―¿De quién está hablando? ¿Me vio?―. ¡Martina Stoessel, su estrella de televisión favorita, está aquí y quiere venir con nosotros! 

El público empieza a gritar. ¿Martina Stoessel? Es famosa por ser la perra más sucia en TV. Hizo uno de esos reality shows en donde un montón de extraños viven juntos y básicamente cada noche tienen en su cama a un chico diferente. 

Mi estómago se cae y siento que me voy a enfermar mientras la observo caminar. Está usando un vestido rojo sin espalda que apenas cubre sus tetas  o su culo. A mitad de la canción, no puedo ni moverme. Ella ha estado completamente encima de Peter y él no ha hecho nada para detenerla. 

Luego sus ojos me encuentran entre la multitud. Supongo que es fácil ver a la única persona que no se mueve entre tanta gente que se sacude y canta. Él se ríe y luego vuelve a su juego del gato y el ratón con Martina. La canción termina y Peter sale del escenario.

    Oh, demonios. Mejor que no crea que se va a salir con la suya. Salgo furiosa hacia el backstage y después de abrir un millón de puertas equivocadas, lo encuentro en su camerino. Gracias a Dios, está solo.

 ―¿Qué estás haciendo aquí? ―Ni siquiera me mira. 

―¿Qué demonios estabas tú haciendo allá arriba? ―No me responde. 

Camino furiosa hacia donde él está de pie en el otro lado de la habitación―. ¡¿Cómo te atreves a faltarme el respeto así?! De hecho, yo me preocupo por ti.

 ―Eso es culpa tuya, cariño. Te dije desde el principio que no estaba interesado en tener una novia irritante para darle explicaciones y adivina en lo que te has convertido.  

Puedo oler el alcohol en su aliento y escucharlo en su forma de hablar. Estoy sorprendida de que no podía escucharlo mientras cantaba. 

Sin embargo, sus palabras me hieren. Estoy de pie frente al hombre que amo, preparándome para escucharlo decir que no me quiere más.

  La puerta se abre, y cuando miro para ver quién es, mi boca se abre. Es Martina. Ella mira hacia Peter y yo antes de decidir si todavía es una buena idea entrar. Se sienta en el sofá que esta contra la pared y saca su teléfono, tecleando en él.

  ―¿Es esto lo que quieres? ―Le digo. Por mucho que intento luchar, mi voz se quiebra, al mismo tiempo, también lo hace mi corazón―. Después de todo, ¿solo vas a alejarme? 

Se ríe, y un sollozo se libera de mi pecho.

  ―Si vas a quedarte tienes que dejar de llorar. ―Limpia la lágrima que está cayendo por mi mejilla y lame su dedo―. Esto realmente baja mi estado de ánimo y quiero tener un poco de diversión. 

Antes de saber lo que estoy haciendo, voy hacia atrás y le doy un puñetazo en la cara. Corro lejos de la habitación, sin esperar su reacción, sin querer que él vea lo patética que estoy comenzando a ser. Por suerte, ya que el concierto acaba de terminar, hay taxis por todas partes y me monto en uno. Me pregunta si estoy bien pero no puedo responder a eso, porque no lo estoy.

   ―Lléveme al aeropuerto, por favor. 

que cap mas triste no creen??

Pd: las quiero y comenten 

4 comentarios:

  1. Noooo te mato como lo dejas ahí anais 77

    ResponderEliminar
  2. Que hijo de puta Peter osea era sus secreto de Lali ella sufrió mucho por ello y él la trata mal, me da pena Peter pero el noble culpable en cambio lali lo sufrió en carne propia los golpes

    ResponderEliminar
  3. Tmr en lugar de estar con ella la hiere mas de lo que ya esta :(
    Sube mas

    ResponderEliminar
  4. QUE HACES MALDITA PERRA????? SUBE OTRO CAPITULO POR TODOS LOS DÍAS QUE NO HAS SUBIDO!!!

    ResponderEliminar