martes, 27 de marzo de 2018

Capitulo 31

En la mitad de Shallow 





Peter

 Bebí tanto whiskey que mi cabeza estaba malditamente palpitando y quienquiera que estaba llamando a mi teléfono no estaba ayudando en el asunto. Estiré mi mano para silenciar la cosa porque no estaba de humor para hablar con nadie, especialmente a los ocho de la mañana después de una borrachera. Unos minutos después, escuché un suave golpe en mi puerta. 

¡Mierda! 
¿No podían dejarme en paz por un minuto? 

—¿Qué? 

 abrió mi puerta y algo en su expresión no estaba bien. No entraría a mi habitación un sábado en la mañana tan temprano. Levanté mi cara para verla y tenía su teléfono en la mano. No dijo una palabra. Simplemente me lo tendió y sólo pude asumir que quería que contestara. 

—¿Hola? 

—Peter, es Euge. 

Por favor, no. Mi corazón se hundió porque inmediatamente supe que algo le había sucedido a Lali y me incorporé en la cama de un salto. 

—¿Qué le sucedió? 

—No lo sé. Salió hace cuatro horas para ir a tu casa y no responde su teléfono. Se suponía que iba a llamarme cuando llegara a tu casa y no he oído de ella. Debió haber llegado a tu casa a eso de las seis. Tal vez incluso antes porque no había mucho tráfico. Estoy asustada. 

—Está bien, Rochy comenzará a llamar a todos los hospitales que están entre nosotros y haré que mi papá se levante. Puede conseguir algunas unidades para ayudar a patrullar el área en busca de su auto. Quiero manejes en esta dirección por la ruta que ella habría tomado. Yo manejaré en tu dirección desde este lado. 

—Está bien. Hay dos caminos por los que podría haber ido. Tomaré uno y Nico tomará el otro. 

Corté y le entregué a Rochy su teléfono. Ella lo tomó pero permaneció de pie, congelada mientras me levantaba para vestirme. 

—Peter, esto es todo mi culpa. 

Fui hasta mi armario para agarrar una camiseta. 

—¿Cómo podría ser esto tu culpa? 

Me puse la camiseta y comencé a meterla dentro de mi vaquero. 

—Fui a Knoxville ayer a la noche para ver a Lali. 

—¿Por qué hiciste eso? 

Podía ver las lágrimas amontonándose en sus ojos.

 —Para convencerla de que estén juntos. 

—Te amo, hermanita, y aprecio lo que hiciste. —Besé la parte superior de su cabeza—. Pero esto no es tu culpa. 

Las lágrimas juntándose en sus ojos se derramaron por sus mejillas. 

—Pero lo es. 

—Hablaremos sobre esto después. Ahora mismo, necesito encontrar a Lali y asegurarme de que esté bien. 

Papá inmediatamente saltó al modo policía y tuvo unidades patrullando, buscando el auto de Lali incluso antes de que saliera de casa. 

Me metí en mi auto y por primera vez en mucho tiempo, me puse a rezar. La amo demasiado. Por favor, que esté bien. Por favor, coloca tu protección alrededor de ella y mantenla a salvo. Ella significa todo para mí. Estaba casi fuera de Collinsville cuando recibí una llamada de mi papá. 

—Una unidad encontró su auto a un lado de la carretera, pero ha sido abandonado. Parece que tuvo un reventó en un tramo rural así que probablemente su teléfono no tenía señal. Y estaba demasiado impaciente para esperar. 

Esa era Lali. 

—¿Qué tan lejos de nosotros? 

—Suena a que es ese tramo en la Autopista 67 después de salir de Collinsville y entrando a Shallow. 

—Está bien, manejaré desde esta dirección y la patrulla puede manejar de esa dirección y uno de nosotros debería encontrarla. 

Dios, rezaba para que uno de nosotros la encontrara y no algún lunático. Por favor, muéstrame lo que estoy buscando. Manejé por la Autopista 67 cerca de diez millas y vi lo que pensé que era ella en la distancia. Aceleré, ansioso por confirmar su seguridad, y la vi caminando con unos tacones infernales en una mano y algo que no pude identificar en la otra. 

Cuando me detuve frente a ella, se levantó la falda y extendió su larga pierna y me dio el pulgar hacia arriba con una enorme sonrisa en su rostro. Salté fuera del auto y corrí para encontrarme con ella en una dramática reunión en la mitad de la Autopista 67 en Shallow, Tennessee. Fue entonces cuando la gravedad potencial de la situación me golpeó, junto con mis lágrimas de alivio. Agarré su rostro y la miré porque había pasado demasiado tiempo desde que la había visto. 

—Podría golpear tu trasero ahora mismo. ¿Me escuchas? —Tiré de ella hasta mis brazos y la rodeé con demasiada fuerza—. Me diste un susto de muerte. ¿Por qué estás aquí afuera a esta hora de la mañana? 

Lágrimas estaban resbalando por su rostro en puñados. 

—Tenía que verte. Estaba equivocada, tan equivocada y tenía que decirte al minuto que lo descubrí. 

—¿Qué causó esta revelación para que manejes hasta mi casa a las cuatro de la mañana? 

—Esto. —Extendió mi diario—. Y no lamento leerlo. Me dijo todo lo que necesitaba saber. Todo lo que ya debería haber sabido. 

—¿Dónde lo conseguiste? —Y luego hizo clic lo que mi hermana quiso decir—. Rochy. Ella te lo dio. 

—No te enojes con ella. Lo hizo porque te ama demasiado y sabía que era la única manera para que yo vea la verdad. ¿Puedes alguna vez perdonarme por ser tan estúpida? 

—No hay nada que perdonar. —Me incliné para darle el beso que pensé que nunca tendría otra vez y sentí su sonrisa contra mi boca—. ¿Qué? 

—Quiero ver tu nuevo tatuaje. No lo describiste en absoluto y estoy muriendo de la curiosidad. 

Levanté mi camiseta y le mostré el símbolo de infinito con su nombre entrelazado dentro de él. Extendió su mano para tocarlo y todos esos sentimientos familiares emergieron desde debajo de la superficie.

 —Me encanta. Quiero uno igual con tu nombre. —Señaló al lugar sobre su corazón—. Lo quiero justo aquí, sólo para tus ojos. 

Mi nombre tatuado en su corazón sonaba como la mejor idea que había escuchado en un largo tiempo. 

—Creo que eso puede arreglarse. —Y ahora quiero mi regalo de cumpleaños. 

No estaba bromeando cuando dijo que leyó mi diario. 

—¿Lo quieres, eh? 

—Sí. Lo quiero ahora. 

Lo tenía conmigo. Siempre lo tenía conmigo así podía verlo y recordarla. 

—Bueno, ¿y si lo tuviera en mi bolsillo? ¿Te gustaría que te lo dé aquí mismo en la mitad de Shallow? 

—Sí. 

Saqué la caja de cuero negro de mi bolsillo y lo balanceé en mi palma. 

—¿Es este el regalo de cumpleaños del que estás hablando? 

Se lamió los labios. 

—Creo que podría serlo. 

Me puse de rodillas y luego estiré la mano para abrir la parte superior. Ella vio el anillo por el que había ahorrado para comprar y vi cómo sus ojos se llenaban con lágrimas. 

—Mariana Esposito, ¿quieres ser mi esposa? 

—Sí, Juan Pedro Lanzani, me casaré contigo. 

Tomé el anillo de compromiso de diamantes de la caja y lo deslicé en su dedo anular izquierdo. 

—¿Y me dejarás poner bebés dentro tuyo y verlos crecer? 

Ella se echó a reír, recordando lo que le había dicho que quería hacer la noche que rompimos. 

—Sí, e incluso te dejaré practicar primero. Mucho. 

—Dios, te amo. Vas a ser la mejor esposa. 

—Demonios sí.















FIN


Y TERMINO NOMAS , FALTA EL EPILOGO AUN CHICAS!!

y otra cosa ,saben estoy furiosa ya que como saben no estuve con mi compu durante mucho y hay lo tenia todo , estaba uno de mi mas preciados y jodidos y calientes libros , lo cual no recuerdo el puto nombre , y créanme lo e buscado como loca y hasta que no lo encuentre no parare , mientras subiere otro libro que ya tenia pensado, pero tengo mucha rabia enserio, ojala poder encontrarlo por que no es muy conocido y es muy único y juro que las enamorara y bueno eso ya viene nueva historia 


4 comentarios:

  1. Ohh gracuas por terminarla, ahora falta el epilogo!! Sii sube una nueva y ojala encuentres la otra!!!

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  2. Aaaahhhh son mas lindos!!! Quiero el epilogo!

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  3. Dale q me subis el epilogo ?

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  4. Daleeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee

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