lunes, 28 de marzo de 2016

capitulo 19

Fumarse a ese payaso  








¿Cuántas veces Peter me hizo gritar su nombre? 

No tenía ni idea, había perdido la cuenta.  

Me desperté primero y me encontré a mí misma pegada al cuerpo desnudo de Peter. No sé cómo nos las arreglamos para hacer todo sin hacer «eso» en sí. De alguna manera, era la mañana siguiente y todavía era técnicamente virgen, pero eso no iba a durar por mucho tiempo si seguíamos haciendo cosas como las que hicimos anoche.  
El control de Peter tenía que ser de acero revestido de hierro porque a diferencia de mí, él nunca parecía a punto de perder el control. Nunca pidió o incluso sugirió hacerlo. Levanté la cabeza de su pecho lentamente y miré hacia abajo a la sábana que lo cubría desde la cintura hacia abajo.  

No tuve una buena mirada de esa parte la noche anterior. Todo lo que quería era un rápido vistazo. No le haría daño a nadie y él ni siquiera lo sabría porque estaba dormido. Además, él me vio desnuda de todo tipo de ángulos anoche.  

Lentamente agarre la sábana y la baje muy suavemente hasta que tuve la visión de lo que yo quería.  

—¿Ves algo que te guste ahí abajo? 

¡Mierda! 

Salté asustada por haber sido sorprendida mirando a escondidas su paquete y tiré de la sábana sobre mi cabeza para ocultar mi vergüenza. 

—Apuesto a que esa es una mejor vista 

¡Doble mierda! 

Ahora mis ojos estaban debajo de las sábanas. Tiré la sábana hasta mi pecho y apreté los ojos con fuerza.  

—No se suponía que supieras que estaba mirando. Pensé que estabas durmiendo.  

Echó las mantas atrás.  

—Tú puedes mirar todo lo que quieras.  

Me di la vuelta sobre mi estómago y apreté mi cara contra la almohada. 

—No, estoy bien.  

Alargó la mano hacia mí y me giró sobre mi espalda antes de arrastrarse  sobre mí.  

—Pues, sí tú lo estás, señorita Esposito. Tú estás muy bien. —Dejó caer su boca en la mía y me besó suavemente—. ¿Cómo es que sigues siendo virgen? No sé si alguna vez he visto a nadie tan caliente como tú.  

Le di una palmada en su espalda desnuda mientras mi mandíbula inferior caía.  

—No puedo creer que hayas dicho eso de mí. 

Él se echó a reír.  

—Es cierto. Tú reaccionas con tanta fuerza a incluso un simple toque. No sé cómo te has contenido todo este tiempo  

—En primer lugar, ningún hombre me ha hecho alguna vez ese tipo de cosas y en segundo lugar, si lo hubiera hecho, no creo que pudiera haberme hecho sentir de la manera en que tú lo hiciste. Eres muy bueno en lo que haces. 

—Nada me gustaría más que ser muy bueno en ello de nuevo en este momento, pero realmente me tengo que ir. —Se inclinó y me dio un beso rápido—. Tengo una carrera mañana por la noche y tengo que hacer algunos ajustes en mi auto. 

Se levantó de la cama con toda su gloria desnuda y caminó hasta mi baño, mientras que yo lo admiraba desde detrás. 

Ooh. 

Él no llevó su bóxer con él. 
Eso significaba que tenía que caminar de regreso a por ellos con su paquete a la vista. Salió del baño hacia mí y yo no podía mirar. Mis ojos, literalmente, no dejaban su cara. Me estaba sonriendo y vi sus hoyuelos.  

—Está bien. Puedes mirar si quieres. Prometo que te he mirado anoche. Creo que me aprendí de memoria cada centímetro. 

Yo quería, pero no me atrevía a hacerlo.  

—Estoy bien. 

Cogió su ropa interior del suelo.  

—Está bien. Me estoy poniendo mi bóxer. Estoy tirando de ellos hacia arriba lentamente. Sólo unos pocos segundos más y luego habrás perdido tu oportunidad. Tres. Dos. —No podía soportarlo. Yo tenía que mirar antes de que él se los pusiera por completo—. Uno. 

Maldita sea. 
Esperé demasiado tiempo. 
No conseguí más que una vista de un segundo, pero wow. 
¡Qué vista!  

Cogió sus pantalones y se los puso 

—¿Quieres venir a ver cómo corro mañana por la noche? Voy a necesitar un buen beso de la suerte como el que le diste a Gas.  

Me senté y metí la sábana bajo mis brazos.  

—Oh, no. Te voy a dar uno mejor que ese. Lo sentirás todo el camino hasta los dedos de tus pies... 

—Tal vez deberías practicar ahora así será perfecto mañana por la noche. —Se inclinó y me besó—. Ya que tus padres vienen a casa hoy, ¿no te veré hasta mañana por la noche? 

—Estoy segura de que tendrán planes para la cena, así que supongo que sí. 

—¿Vas a ser capaz de soportar todo este tiempo sin mí haciendo exactamente todo menos eso?  

No sabía. Podía ver cómo podría llegar a ser realmente adictivo tan rápido. 

 —Voy a hacer mi mejor esfuerzo. 

—Hay algo que necesito preguntarte. Ya que eres mi novia ahora, ¿podría pedirte que seas mi compañera para un banquete el sábado por la noche?  

—Me encantaría ser tu compañera. ¿Qué tipo de banquete es?  

—Es una ceremonia en honor a mi papá y a algunos agentes de policía de esta región. Es una especie de gran cosa porque mi padre está siendo reconocido con un premio especial.  

—¿Es de gala? 

—No, es semiformal, por lo que no llegarás a verme en un esmoquin, pero esta podría ser tu única oportunidad de verme en un traje y corbata. 

Tendría que encontrar una manera de escapar sin que mis padres me vieran en un vestido semiformal. Eso definitivamente desplegaría una bandera roja. 

—¿Puedo encontrarme contigo en tu casa?  

Sabía cómo sonaba. En otras palabras, yo le estaba diciendo que no me recogiera de mi casa porque no le iba a presentar a mis padres. 

 —Por supuesto. 

Escuché el dolor en su voz, pero era mejor hacerle un poco de daño ahora en lugar de que mis padres me prohibieran verlo. Sabía por experiencia que no tendrían miedo de hacer eso.  

Agarró su camiseta de mi cómoda y se la pasó por la cabeza. Volvió a la cama para sentarse junto a mí y pasó sus dedos por mi brazo. 

 —Dios, no quiero irme. Me gustaría poder estar aquí contigo en esta cama todo el día, pero tengo un montón de cosas que hacer para tener mi auto listo. Este tipo no va a ser tan fácil de superar. 

—Suenas un poco preocupado.  

Él besó la punta de mi nariz.  

—Nah, voy a fumarme a ese payaso. 

Se levantó de la cama y lo seguí, envolviendo la sábana bajo mis brazos.  

—No tiene que levantarte. Puedo salir yo mismo. —Me besó en la frente—. Vuelve a la cama a dormir un poco más. Fue una larga noche.  

Ese era el eufemismo del año.  

—Está bien, pero llámame más tarde 

—No se me ocurriría no llamarte, amor. 

Lo vi salir por la puerta y cuando estaba segura de que se había ido, caí de espaladas en mi cama. 

¿Amor? 

¿Era posible que él me amara tan pronto? 

Tal vez no debía pensar que sí, excepto que yo sentía lo mismo. Lo amaba. Lo sabía en lo profundo de mis huesos. 

Amaba a Peter Lanzani, incluso si el mundo pensara que estaba loca.  


Treinta y siete horas y veinte minutos. Eso era aproximadamente el tiempo que había pasado desde que vi a Peter y era demasiado tiempo. No me gustaba estar lejos de él y hablar por teléfono no era suficiente. Tenía que verlo y tocarlo y no sería feliz hasta hacerlo.

Me pregunté si estaba tan inquieto como yo. No sonaba como si lo estuviera cuando hablábamos por teléfono y eso me preocupaba. ¿Ya se había cansado de mí? 

Cualquier preocupación o pregunta que permití arrastrarse en mi cabeza desapareció en el momento que lo vi saliendo de la puerta de su casa. Estaba tan ansioso de verme como yo de verlo a él. Me agarro por la cintura y me levantó en un fuerte abrazo.  

—Mmm. Te he echado de menos. 

Le abracé tan fuerte como él lo hizo.  

—Oh, te he echado de menos también. 

—Pensaba que esta noche jamás llegaría. —Se alejó de mí y me miró de arriba abajo. Yo llevaba uno de mis vestidos casuales favoritos con una chaqueta de mezclilla y un par de botas—. Te ves hermosa. Podría perder esta carrera porque no puedo quitar mis ojos de ti. 

—Será mejor que no. ¿Cuánto tienes apostado?  

Él levantó sus cejas hacia mí.  

—Tengo una «G»14 en esta carrera, mi mayor apuesta hasta ahora. 

¿Mil dólares? Eso tenía que ser un montón de dinero para él.  

—¿Realmente estás apostando tanto? ¿Qué pasa si pierdes?  

Él agarró su pecho.  

—Oh, mi orgullo y yo estamos heridos. No te preocupes, amor. Nunca pierdo.  

Ahí estaba de nuevo. Esa palabra, amor. 

—Espero que no, porque mi dinero está en el Camaro. 

—¿Así que estás apostando en el auto sin tener en cuenta el conductor? —Chasqueó la lengua—. ¿No te he enseñado algo?  

Me sentía como un poco descarada así que deslicé mis brazos alrededor de su cintura y lo atraje hacia mí.  

—Me has enseñado un montón.  

Puso su cara en mi cuello y frotó su cara desaliñada contra mí. 

—Espero enseñarte más muy pronto.  

Había dado este pensamiento y no tenía ni idea. ¿Adónde iríamos en nuestro tiempo a solas?  

—Sabes que estamos en mal, ¿verdad? Teníamos toda mi casa para nosotros y ahora tenemos que encontrar otro lugar para estar solos. 

 —No te preocupes. Ya se me ocurrirá algo.  

—No lo dudo ni por un minuto. 
                                                        
—Vamos, andando 

Miré el reloj.  

—Es casi una hora antes de que comience la carrera. ¿Normalmente vas tan temprano?  

—No, pero no puedo evitarlo. Quiero ir temprano, así puedo presumir por mi novia. Mis amigos van a derramar semen en sus pantalones cuando vean lo caliente que eres.  

Tal vez debería haber estado ofendida por eso, pero yo no lo estaba. Me sentí halagada.  

—Bueno, por supuesto, vayamos allí, así el derramamiento puede comenzar. 

Él puso su brazo alrededor de mi hombro y me atrajo hacia sí mientras caminábamos hacia el auto.  

—Tú eres la novia más genial. La mayoría de los chicas dirían algo así como «Eww, eso es asqueroso. No digas cosas como esas». 

—Tu primera impresión de mí no fue tan precisa y vas a tener que darte cuenta en algún momento que no soy esa pequeña flor delicada que tú creías que era. No hay nada delicado acerca de mí. 

Llegamos a La Línea casi una hora antes de la carrera y la gente ya estaba haciendo cola y pasando el rato junto a la carretera. Peter aparcó su Camaro en la línea de salida y me dijo que me quedara dentro para que pudiera abrir la puerta para mí. Quería que todos supieran que estaba con él. 

Salí y casi de manera tangible pude sentir los ojos fijos en mí. Era incómodo y me pregunté cuántas de las chicas mirándome fueron uno de los números no identificables. Tenía que superar eso. No podía mirar a todas las chicas alrededor y constantemente tener eso en mi mente porque me volvería loca. Peter y yo estábamos juntos.

Él me trajo aquí porque quería que todos supieran que somos una pareja. Era así de simple. Él sostenía mi mano posesivamente mientras me presentaba a tanta gente que no podía recordar ninguno de sus nombres. Algunos de los chicos no dijeron una palabra cuando me presentó y me reí para mis adentros mientras me preguntaba si estaba presenciando el momento de derramamiento de semen. Se estaba acercando la hora de la carrera y el oponente de Peter se detuvo y aparcó junto a su Camaro en la línea de salida. 

Salió de un Corvette muy similar al de mi papá y yo me encogí un poco, porque sabía lo rápido que el auto podía ir. Peter debió ver la preocupación en mi cara.  

—Cara de Muñeca. Todo va a estar bien. Le voy a ganar. Recuerda, no es sólo el auto. También es el conductor. 

Traté de lucir confiada, pero no estaba segura de haberlo hecho muy bien.  

—Lo sé. Hombre, yo sólo quería que esto termine. 

Me ponía demasiado nerviosa. Vico gritó la advertencia de tres minutos y yo sabía que era el momento para el beso de la buena suerte de Peter. Él me tomó en sus brazos.  

—He estado pensando en esto por un día y medio. 

Puse mis brazos alrededor de sus hombros.  

—Un beso de la buena suerte es mucha presión para una chica. 

—Tengo plena confianza en ti. Y tus labios.  

Enganchó un brazo alrededor de la parte trasera de mi cuello y el otro en mi espalda baja. Él empezó a besarme y me inclinó hacia atrás como la famosa fotografía del soldado besando a la enfermera en Times Square. Escuché un montón de silbidos, aplausos y gritos mientras me besa, pero no me importaba. Era una de las cosas más románticas que jamás había experimentado. 

Me ayudó a enderezarme de nuevo y me estabilizó sobre mis pies.  

—Todo el camino hasta los dedos del pie, como lo habías prometido. 

Mi corazón latía con fuerza y me sentía un poco mareada.  

—Todavía siento un cosquilleo. 

—Aférrate a ese cosquilleo y continuaremos donde lo dejamos cuando termine de fumar a este payaso.  

—Trato. 

Él ya estaba en su auto y le lancé un beso mientras caminaba hasta la línea de meta, donde estaban los demás. Encontré un lugar justo en la línea de frente y me retorcí las manos mientras esperaba con impaciencia  verlo cruzar la línea de pintura roja primero.  

—Te está utilizando. Lo sabes, ¿verdad?  

Me di la vuelta y vi a la ramera que trató de tirarse encima de él la noche que nos conocimos.  

—¿Perdón? 

—Peter sólo te está usando por sexo 

Tuve que reír en voz alta por eso. Podría argumentar que tendría que estar teniendo relaciones sexuales con él, para ser utilizada, pero no iba a decídeselo porque no era de su incumbencia.  

—Ahora sería el momento perfecto para que te conviertas en una persona desaparecida así que lárgate y piérdete.  

—¿Sabe Peter lo perra que eres?  

Ella dijo que yo era una perra como si fuera algo malo. Esta chica no quería comenzar una pelea conmigo porque era una batalla que no ganaría. Yo era una sarcástica genio.  

—Sí que lo hace y le encanta las cosas que mi boca inteligente puede hacer con él 

—Bueno, déjame que te abandone con este pensamiento. Cuando el te tenga en su asiento trasero para joderte, sólo recuerda que él me tuvo allí en primer lugar. 

—Gracias por el consejo. Voy a limpiar el asiento de atrás con lejía antes de desnudarme. —Quería vomitar, pero no la dejaría ver la forma en que me había sacudido así que puse mi cara de póquer y me preparé para mi siguiente mejor respuesta—. Mira, esta perra no quiere ser uno de tus noventa y nueve problemas, ¿así que puedes por favor encerrar tu rabia antes de que encienda la batiseñal de mierda? 

—No te hagas la lista conmigo 

Utilicé mi mejor voz condescendiente y créeme, fue una impresionante. 

—Cariño, si me hiciera la lista contigo, ¿cómo lo sabrías? 

—Maldita perra inteligente 

—Bien jugado. —Mis palabras rezumban con sarcasmo mientras aplaudía dramáticamente con mis manos—. Simplemente has gastado un minuto de mi tiempo que nunca recuperaré así que vete porque ya me has deleitado bastante con de tu presencia. 

—Espero que él te utilice como lo hizo conmigo. 

Miré mi reloj.  

—Hmm. Danos unos quince, quizás veinte minutos y seguro estaremos justo en eso. 

Sarcasmo, insulto y burla... mi trabajo aquí estaba hecho. 

Fingí un besuqueo y ella pensó que no iba a obtener nada más de mí así que se dio vuelta y se fue enfurecida. Cuando regresé mi atención a la carrera, ya había terminado y ni siquiera sabía quién ganó.  

Parecía que todo el mundo iba a felicitar a Peter, así que supuse que era una buena señal de que había ganado. Me quedé atrás para que sus aficionados puedan hablar con él, pero le oí llamándome sobre la multitud.  

—Estoy aquí —dije en voz alta en medio de la multitud.  

Se abrió paso entre la multitud para llegar a mí, al igual que la primera noche que nos conocimos. Envolvió sus brazos alrededor de mí y me levantó para dar una vuelta rápida.  

—Esa fue para ti, amor. 

                      se borro el otro cap pero salve este 

bueno se me había


Bueno se me habia olvidado avisar q este mes no iba a subir por q comenzaba mis estudios

LAS QUIERO Y COMENTEN


6 comentarios:

  1. Genia gracias por subir un cap! Amo esta pareja 👫 espero mas besos

    ResponderEliminar
  2. Amo tu nove gracias por subirla

    ResponderEliminar
  3. Pero en abril vas a subir aunque sea 1 capítulo al menos? Me encanta esta novela, esta muy buena.

    ResponderEliminar
  4. Cuando subes d nuevo :(

    ResponderEliminar
  5. Hola soy anais lamento lo que aucedio iba a empezar a subir y mi compu sufrio un accidente mañana lo ire arrglar ya que tengo la plata espero poder subirles vengo con todo para subir mas novelas las quiero

    ResponderEliminar