martes, 1 de marzo de 2016

capitulo 18


Di mi nombre  






Peter

Se sintió bien abrirme y contarle a Lali sobre mi mamá y lo que ella había hecho. Lo más importante, fui finalmente capaz de admitir cuan doloroso fue. 

Cuando decidí compartir esa parte de mi vida, no me di cuenta de cuanto estaba abriéndole mi corazón a ella. Con sólo una mirada en sus ojos, supe que estaba ofreciéndole un pedazo de mí mismo y estaba aceptándolo felizmente.  

No intentó darme palabras genéricas sobre cómo no fue mi culpa o cómo todo iba a estar bien. Simplemente sostuvo mi mano mientras me escuchaba contarle cuan dañado estaba y fue cuando no tuve ninguna duda. Amaba a esta chica y finalmente comprendí ese lugar sobre el que mi papá me advirtió… el punto de no retorno.  

Lali y yo estábamos tendidos en el sofá lado a lado en la oscuridad con sólo la luz de la luna viniendo a través de la ventana. Había sido un largo rato desde que alguno de los dos hubiera dicho algo. Lali estaba sin emociones y pensé que se había dormido pero luego rodó para encararme y puso sus brazos alrededor de mi cuello. 

—No te vayas. 

Le di un suave beso y tiré de su labio inferior con mis dientes. 

—Me quedaré tanto tiempo como quieras. 

—Eso no es lo que quise decir. —Me besó ligeramente en la boca—. No voy a ir a casa de Gime y quiero que te quedes conmigo. 

En cualquier otro caso hubiera tomado eso como una invitación para sexo, pero no con Lali después de nuestra discusión y yo estaba bien con eso. 

—Lo haré si tú quieres. 

—Es lo que quiero. 

—Necesitaré dejarle saber a papá que no voy a ir a casa esta noche. —Alcancé mi teléfono en mi bolsillo y le envié un mensaje a papá. 

Quedándome donde un amigo esta noche. Conductor designado en la mañana. 

Él preguntaría donde había estado cuando llegara a casa y no iba en plan de mentir. Eso sin duda causaría una discusión, así que supuse que Lali y yo estábamos en situaciones muy similares. 

Cuando nuestra relación llegara a oídos de nuestros padres, estarían de acuerdo en mantenernos separados incluso si las razones fueran distintas. No iba a desperdiciar otro minuto de mi precioso tiempo con Lali preocupándome sobre mi confrontación con mi papá porque todo lo que me importaba era tenerla en mis brazos. 

—¿Puedo llamar a Euge realmente rápido? Como que necesito verificarme con ella y Nico porque podría posiblemente deberles una disculpa. 

—¿Qué sucedió? 

—Fui a la casa de Euge esta mañana porque necesitaba hablar con ella. Cuando entré, la casa estaba súper silenciosa así que pensé que todo el mundo estaba en el trabajo y ella estaba durmiendo tarde. Fui a despertarla para tirar de sus sábanas y gritar, «Levántate y brilla.» Bueno, allí hubo algo de levántate y definitivamente un poco de brilla porque Nico estaba en la cama con ella y no estaban usando ropa. 

—Sabía que él estaba metiéndose en su cama. 

El teléfono de Lali sonó justo antes de que lo alcanzara y vio que era Euge. 

—Juro que creo que tenemos telepatía algunas veces. —Deslizó la barra y dijo—. Oye, estaba a punto de llamar para decir de nuevo cuanto lo siento por meterme en tu habitación. No tenía idea. Juro que pensé que él estaba en el trabajo. 

Miró hacia mí y sonrió. 

—Está en mi casa justo ahora. 

Dibujo un corazón invisible en mi pierna con su dedo. 

—Estamos juntos, juntos. 

Señaló a su teléfono y rodó sus ojos. 

—Sé eso. Tomamos la misma clase de Biología. ¿Recuerdas? 

Esto tenía el anillo de conversación de sexo seguro sobre ello. 

—Tal vez deberías tomar tu propio consejo porque estoy bastante segura que fue a ti que encontré desnuda con tu novio esta mañana. El mismo novio con quien dices no estar teniendo sexo. —Sip, ella definitivamente estaba tratando de darle a Lali la conversación de sexo seguro. 

—Te creo. —Sostuvo su teléfono para mí—. Nico quiere hablarte.

 Caí de espaldas de nuevo contra el sofá y gemí. 

¿En serio? 
¿Cuándo iba a detener esta mierda de hermano protector? 

Iba en serio a volarme la cabeza si él trataba de agregar insultos a la herida por darme la conversación de sexo seguro cuando no estaba consiguiendo ninguno. 

Tomé el teléfono de Lali, preparado para decirle a Nico que se jodiera a si mismo si comenzaba a sermonearme. 

—¿Qué pasa? 

—Euge dice que tú y Lali están juntos ahora. 

Me sentí de inmediato ponerme a la defensiva. 

—Eso es cierto. —Esperé por ello. Espera por ello y aquí estamos con las advertencias sobre como mejor no la lastime, pero eso no fue lo siguiente que vino. 

—Estoy feliz por ti, hombre. Creo que serán buenos el uno para el otro. 

Eso no era lo que esperaba oír. 

—Gracias, hombre, y para que lo sepas… planeo ser bueno para ella.  

—Te creo, pero si la lastimas, Euge hará cierta su amenaza de tirar tus bolas arriba sobre tus orejas. —Ahora, esto era más como ello. Eso es más como lo que esperaba escuchar de él. 

—Ninguno de nosotros tiene que preocuparse porque no voy a lastimarla. Lo juro. 

Me envolví en mi conversación con Nico y le pasé el teléfono de nuevo a Lali, así ella podría decirle adiós a Euge. 

Cuando colgó el teléfono, miró hacia mí y sonrió. 

—Sobreprotector, ¿eh? 

—Tal vez un poco. 

—Un poco mi culo. Creo que están asustados que llegaremos a ello antes de que ellos lo hagan. 

—¿Qué? Ellos viven en la misma casa. ¿Realmente piensas que él no está aporreándola cada noche? —Ooh, mala elección de palabras para decir a mi nueva novia—. Lo siento. Eso no salió bien. 

—Peter, puedo ser una virgen pero mis oídos no lo son. Estoy bien contigo llamándolo «aporrear». Sucede que tengo algunos nombres muy coloridos para ello yo misma. 

Hombre, ella ya era una novia impresionante y no podía esperar para escuchar lo que sus coloridos nombres eran. 

—No voy a decir que él no ha probado su néctar, pero confía en mí. Ellos no están cerrando lomos. El papá de Euge puso un bloquea polla en Nico. Le advirtió antes de que se mudara con ellos que si descubría que estaban teniendo sexo, él estaba fuera sobre su trasero. Realmente fue un movimiento muy inteligente de parte del Dr. Suarez. Si no le hubiera dejado a Nico mudarse, Nico estaría escondiendo la serpiente en Euge cada día. De esta forma, consigue mantener un ojo en ellos y hace a Nico mantener a su hija virgen.

 ¿Otra virgen? 

No tenía idea de que allí hubiera tantas. Debe ser una cosa de Franklin porque seguro no era una cosa de Collinsville. 

—Hay muchos lugares al que podría llevarla, así su papá no los atraparía.  

—Euge le ha rogado, pero él no va a hacerlo porque le prometió al Dr. Suarez que no lo haría. Creo que es una cosa de honor con él por causa de la forma en que creció. Quiere probar que puede hacer lo correcto incluso si fue criado por dos de las personas más indignas en el mundo. 

—Entonces… ¿cuál es el trato? ¿Él va a casarse con Euge antes de cerrar los lomos? 

—Lo has entendido y por lo que vi esta mañana, se estarán casando mucho más pronto de lo que pensé. No hay forma que se contengan hasta que hayan terminado la universidad si ya se están desnudando juntos. Esa pequeña serpiente no me dijo que estaban haciendo todo menos el hecho en sí mismo. 

Guao. 
Nico realmente había resultado ser una especie de chico sólido y repentinamente me sentí inferior. Lali quería alguien como él, así que eso es lo que esperaría de mí y me pregunté si podría ser esa persona para ella. Sólo sé que una cosa es segura. Trataría tanto como fuera posible para ser cualquier cosa que ella quisiera que yo sea. Su juego, sus reglas. 

Se levantó del sofá y agarró mi mano, dándole un tirón. 

—Ven arriba conmigo. 

¡Guao! 

Sabía que quería que me quedara toda la noche, pero eso sonaba como una invitación para dormir arriba con ella, tal vez incluso en la misma cama. Mientras jodidamente me encantó la idea de estar así de cerca de ella, no estaba seguro que fuera una buena idea. 


Meterse en la cama con ella sería como comenzar un juego que podría no ser capaz de contener. Tuve que dejar de pensar de esa manera. Ese era el viejo yo y no debería saltar a conclusiones. Era un error por mi parte asumir que querría que durmiera con ella en la misma cama. Probablemente estaba dejándome en la habitación de invitados. Seguramente tienen suficiente de ellas. 

Por favor. Deja que me ponga en la habitación de invitados. 

Nope. 

Me llevó a su dormitorio. 

Dejó ir mi mano y fue hacia la cama y comenzó a lanzar las almohadas en el rincón de su habitación. 

—Puedes usar mi baño mientras arreglo la cama.  

—De acuerdo. —Eso es todo lo que pude decir y sonó como si viniera de un chico de doce años de edad a través de la pubertad cuando chilló fuera de mi boca. 

Fui a su baño y cerré la puerta detrás de mí. Miré alrededor y vi su cepillo de dientes en un sostenedor. Como si fuera una señal, escuché gritar desde su dormitorio. 

—Puedes usar mi cepillo de dientes si no es asqueroso para ti. 

Nada sobre ella podría alguna vez darme asco. Mi boca ya había explorado cada parte de la suya, entonces, ¿Qué era tan diferente sobre utilizar su cepillo de dientes? 

—No me importa si estas segura de que no —grité a través de la puerta. 

—Estoy segura. 

Cuando terminé de cepillar mis dientes, lavé mi cara con el jabón de chica de Lali que olía igual que ella y luego me desnudé quedándome sólo con mis bóxers y me quedé de pie mirarme en el espejo. Estaba nervioso, pero no sobre lo que estaba a punto de hacer. Era más sobre lo que no iba a hacer. 

Traté de sacudir fuera la forma en que ella estaba metiéndose con mi cabeza, pero fue imposible. 

Olvídalo. 

Iba a salir allí en mis bóxers e iba a subir en esa enorme cama y dormir junto a Lali sin hacer la cosa que más quería hacer. No estábamos cerrando lomos, así que no debería ser complicado, excepto que lo era. Era la cosa más complicada que nunca había hecho con una chica. 

Abrí la puerta y caminé fuera como si todo fuera genial, pero definitivamente no lo era. Esto noche iba a ser una larga, y difícil para mí. 

Ella pareció sorprendida de verme en nada sino mis bóxers y me pregunté si debería haber dejado mis ropas puestas. 

Demasiado tarde. 

Hombre. Jodí esto. 

Nunca había estado tan inseguro de mí mismo. 

—Listo. Todo tuyo. —Traté de ser casual pero no había nada de casual sobre la forma en que estaba sintiéndome. 

Fue hacia su cómoda y sacó lo que sea que planeaba usar en la cama. No miré porque habría muerto justo entonces y allí, si era algo sedoso o sexy. Esa era la cosa sobre siempre estar golpeando chicas en mi asiento trasero. Raras veces había estado con una en una cama y estoy seguro que nunca vi a una caminar alrededor usando algo sedoso o sexy. 

Entró en el baño y me metí en su cama. Me incliné sobre ella y olí la almohada junto a mí para estar seguro que había elegido el lado en que ella no dormía. 

Sip. 

La almohada junto a mi olía floral y a frutas, así que supe que ese era su lado. Pareció como si se quedara en el baño una eternidad y me pregunté si estaba tan nerviosa como yo. Imagina eso. No me había puesto nervioso sobre estar con una chica en unos cuantos años, pero aquí esperé a una chica, no estaba en los huesos y no pude estar más en el borde al respecto.  

Casi me había hablado a mí mismo por un golpe de pánico completo hasta que abrió la puerta y mi inclinación o torbellino de emociones giró fuera de control de nuevo. Esperaba que saliera usando una vieja camiseta y bóxers como mi hermana vestía para la cama, pero maldición…. ¿qué estaba pensando? Ella vivía en lujos, así que dormía en lujos también. 

Estaba usando una camiseta de satín rojo de tirantes con un par de pantalones cortos a juego. Su rubio cabello estaba en un moño en la cima de su cabeza y su rostro estaba frescamente lavado. Estaba terminando de masajear crema en la piel de sus brazos mientras caminaba hacia mí y pude decir que era su olor singular. 

Melocotón y flores de cereza. 

Ordinariamente no habría tenido idea, pero había visto la botella cuando estaba en su baño. Empujó las mantas hacia atrás y subió en la cama junto a mí. Se giró sobre su costado y apoyó su cabeza en la parte interior de su brazo inclinado. Imité su posición y pasamos los siguientes pocos minutos mirándonos el uno al otro sin hablar, pero no fue torpe. Fue como si estuviéramos llegando a conocer mejor el rostro del otro. 

Deslizó su lengua a través de sus labios, algo que noté que hacia un montón cuando no estaba usando brillo labial, y no pude resistir inclinarme para besar su húmeda boca. Al principio, nuestros labios fueron la única cosa tocándose, pero luego ella deslizó sus brazos alrededor de mi cuello mientras deslizó la parte superior de su cuerpo más cerca. 

Mi brazo serpenteó alrededor de su cintura y deslicé su cuerpo revestido de satín a través de las suaves sábanas hasta que estuvo firmemente presionada contra mi pecho desnudo. 

Bajó una de sus manos desde mi hombro a mi pecho y frotó mi pecho causando que mi pezón se pusiera duro. Lentamente deslizó esa misma mano a través de mi pecho al otro lado y repitió el proceso, excepto que esta vez lo rodó entre su pulgar y dedo índice. 
Deslizó su mano de nuevo arriba a mi hombro y movió su boca lejos de la mía a lo largo de mi mandíbula. 

—La primera vez que te vi, fantaseé sobre la forma en que tu rostro desaliñado se sentiría contra mi cuerpo. 

Moví mi boca por su cuello y me incliné sobre ella, forzándola sobre su espalda. 

—Entonces creo que necesitas la experiencia completa así no tendrás que fantasear más. 

Podríamos no hacer el amor, pero eso no quería decir que no pudiera mostrarle cuantas buenas cosas además de eso había. 

¿Cómo fue que ella lo llamó? 

Todo menos el hecho en sí mismo. 

Besé su boca suavemente y luego, lentamente moví mi barbilla desaliñada por su garganta a su pecho. 

Lentamente y deliberadamente deslicé mis manos debajo de su camiseta de satín así ella tenía más tiempo para anticipar el toque de mis dedos sobre sus pechos. Paseé mis pulgares arriba y abajo en el borde exterior de sus pechos, bromeándola, así querría más. 

Levanté su camiseta más alto y ella me sorprendió cuando se sentó para tirarla sobre su cabeza. Lanzó su camisa de satín rojo al piso y luego cayó de nuevo sobre la cama observando mi rostro por una reacción mientras su torso se agitaba arriba y abajo. 

—¿Todo menos el hecho en sí mismo? 

Su voz fue completamente sin aliento cuando me respondió.

 —Sí, todo menos el hecho en sí mismo. 

—Di mi nombre. 

Miró arriba hacia mí y sonrió. 

—Peter. 

—Dilo de nuevo, más alto. 

Frunció el ceño a mi petición, pero hizo como le dije. 

—PETER. 

—Eso es lo que vas a querer gritar cuando te haga sentir como la única chica en el mundo. 



O mi DIOS!!

pd: las quieiro y comenten

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