Fumarse a ese payaso
¿Cuántas veces Peter me hizo gritar su nombre?
No tenía ni idea, había perdido la cuenta.
Me desperté primero y me encontré a mí misma pegada al cuerpo desnudo de Peter. No sé cómo nos las arreglamos para hacer todo sin hacer «eso» en sí. De alguna manera, era la mañana siguiente y todavía era técnicamente virgen, pero eso no iba a durar por mucho tiempo si seguíamos haciendo cosas como las que hicimos anoche.
El control de Peter tenía que ser de acero revestido de hierro porque a diferencia de mí, él nunca parecía a punto de perder el control. Nunca pidió o incluso sugirió hacerlo. Levanté la cabeza de su pecho lentamente y miré hacia abajo a la sábana que lo cubría desde la cintura hacia abajo.
No tuve una buena mirada de esa parte la noche anterior. Todo lo que quería era un rápido vistazo. No le haría daño a nadie y él ni siquiera lo sabría porque estaba dormido. Además, él me vio desnuda de todo tipo de ángulos anoche.
Lentamente agarre la sábana y la baje muy suavemente hasta que tuve la visión de lo que yo quería.
—¿Ves algo que te guste ahí abajo?
¡Mierda!
Salté asustada por haber sido sorprendida mirando a escondidas su paquete y tiré de la sábana sobre mi cabeza para ocultar mi vergüenza.
—Apuesto a que esa es una mejor vista
¡Doble mierda!
Ahora mis ojos estaban debajo de las sábanas. Tiré la sábana hasta mi pecho y apreté los ojos con fuerza.
—No se suponía que supieras que estaba mirando. Pensé que estabas durmiendo.
Echó las mantas atrás.
—Tú puedes mirar todo lo que quieras.
Me di la vuelta sobre mi estómago y apreté mi cara contra la almohada.
—No, estoy bien.
Alargó la mano hacia mí y me giró sobre mi espalda antes de arrastrarse sobre mí.
—Pues, sí tú lo estás, señorita Esposito. Tú estás muy bien. —Dejó caer su boca en la mía y me besó suavemente—. ¿Cómo es que sigues siendo virgen? No sé si alguna vez he visto a nadie tan caliente como tú.
Le di una palmada en su espalda desnuda mientras mi mandíbula inferior caía.
—No puedo creer que hayas dicho eso de mí.
Él se echó a reír.
—Es cierto. Tú reaccionas con tanta fuerza a incluso un simple toque. No sé cómo te has contenido todo este tiempo
—En primer lugar, ningún hombre me ha hecho alguna vez ese tipo de cosas y en segundo lugar, si lo hubiera hecho, no creo que pudiera haberme hecho sentir de la manera en que tú lo hiciste. Eres muy bueno en lo que haces.
—Nada me gustaría más que ser muy bueno en ello de nuevo en este momento, pero realmente me tengo que ir. —Se inclinó y me dio un beso rápido—. Tengo una carrera mañana por la noche y tengo que hacer algunos ajustes en mi auto.
Se levantó de la cama con toda su gloria desnuda y caminó hasta mi baño, mientras que yo lo admiraba desde detrás.
Ooh.
Él no llevó su bóxer con él.
Eso significaba que tenía que caminar de regreso a por ellos con su paquete a la vista. Salió del baño hacia mí y yo no podía mirar. Mis ojos, literalmente, no dejaban su cara. Me estaba sonriendo y vi sus hoyuelos.
—Está bien. Puedes mirar si quieres. Prometo que te he mirado anoche. Creo que me aprendí de memoria cada centímetro.
Yo quería, pero no me atrevía a hacerlo.
—Estoy bien.
Cogió su ropa interior del suelo.
—Está bien. Me estoy poniendo mi bóxer. Estoy tirando de ellos hacia arriba lentamente. Sólo unos pocos segundos más y luego habrás perdido tu oportunidad. Tres. Dos. —No podía soportarlo. Yo tenía que mirar antes de que él se los pusiera por completo—. Uno.
Maldita sea.
Esperé demasiado tiempo.
No conseguí más que una vista de un segundo, pero wow.
¡Qué vista!
Cogió sus pantalones y se los puso
—¿Quieres venir a ver cómo corro mañana por la noche? Voy a necesitar un buen beso de la suerte como el que le diste a Gas.
Me senté y metí la sábana bajo mis brazos.
—Oh, no. Te voy a dar uno mejor que ese. Lo sentirás todo el camino hasta los dedos de tus pies...
—Tal vez deberías practicar ahora así será perfecto mañana por la noche. —Se inclinó y me besó—. Ya que tus padres vienen a casa hoy, ¿no te veré hasta mañana por la noche?
—Estoy segura de que tendrán planes para la cena, así que supongo que sí.
—¿Vas a ser capaz de soportar todo este tiempo sin mí haciendo exactamente todo menos eso?
No sabía. Podía ver cómo podría llegar a ser realmente adictivo tan rápido.
—Voy a hacer mi mejor esfuerzo.
—Hay algo que necesito preguntarte. Ya que eres mi novia ahora, ¿podría pedirte que seas mi compañera para un banquete el sábado por la noche?
—Me encantaría ser tu compañera. ¿Qué tipo de banquete es?
—Es una ceremonia en honor a mi papá y a algunos agentes de policía de esta región. Es una especie de gran cosa porque mi padre está siendo reconocido con un premio especial.
—¿Es de gala?
—No, es semiformal, por lo que no llegarás a verme en un esmoquin, pero esta podría ser tu única oportunidad de verme en un traje y corbata.
Tendría que encontrar una manera de escapar sin que mis padres me vieran en un vestido semiformal. Eso definitivamente desplegaría una bandera roja.
—¿Puedo encontrarme contigo en tu casa?
Sabía cómo sonaba. En otras palabras, yo le estaba diciendo que no me recogiera de mi casa porque no le iba a presentar a mis padres.
—Por supuesto.
Escuché el dolor en su voz, pero era mejor hacerle un poco de daño ahora en lugar de que mis padres me prohibieran verlo. Sabía por experiencia que no tendrían miedo de hacer eso.
Agarró su camiseta de mi cómoda y se la pasó por la cabeza. Volvió a la cama para sentarse junto a mí y pasó sus dedos por mi brazo.
—Dios, no quiero irme. Me gustaría poder estar aquí contigo en esta cama todo el día, pero tengo un montón de cosas que hacer para tener mi auto listo. Este tipo no va a ser tan fácil de superar.
—Suenas un poco preocupado.
Él besó la punta de mi nariz.
—Nah, voy a fumarme a ese payaso.
Se levantó de la cama y lo seguí, envolviendo la sábana bajo mis brazos.
—No tiene que levantarte. Puedo salir yo mismo. —Me besó en la frente—. Vuelve a la cama a dormir un poco más. Fue una larga noche.
Ese era el eufemismo del año.
—Está bien, pero llámame más tarde
—No se me ocurriría no llamarte, amor.
Lo vi salir por la puerta y cuando estaba segura de que se había ido, caí de espaladas en mi cama.
¿Amor?
¿Era posible que él me amara tan pronto?
Tal vez no debía pensar que sí, excepto que yo sentía lo mismo. Lo amaba. Lo sabía en lo profundo de mis huesos.
Amaba a Peter Lanzani, incluso si el mundo pensara que estaba loca.
Treinta y siete horas y veinte minutos. Eso era aproximadamente el tiempo que había pasado desde que vi a Peter y era demasiado tiempo. No me gustaba estar lejos de él y hablar por teléfono no era suficiente. Tenía que verlo y tocarlo y no sería feliz hasta hacerlo.
Me pregunté si estaba tan inquieto como yo. No sonaba como si lo estuviera cuando hablábamos por teléfono y eso me preocupaba. ¿Ya se había cansado de mí?
Cualquier preocupación o pregunta que permití arrastrarse en mi cabeza desapareció en el momento que lo vi saliendo de la puerta de su casa. Estaba tan ansioso de verme como yo de verlo a él. Me agarro por la cintura y me levantó en un fuerte abrazo.
—Mmm. Te he echado de menos.
Le abracé tan fuerte como él lo hizo.
—Oh, te he echado de menos también.
—Pensaba que esta noche jamás llegaría. —Se alejó de mí y me miró de arriba abajo. Yo llevaba uno de mis vestidos casuales favoritos con una chaqueta de mezclilla y un par de botas—. Te ves hermosa. Podría perder esta carrera porque no puedo quitar mis ojos de ti.
—Será mejor que no. ¿Cuánto tienes apostado?
Él levantó sus cejas hacia mí.
—Tengo una «G»14 en esta carrera, mi mayor apuesta hasta ahora.
¿Mil dólares? Eso tenía que ser un montón de dinero para él.
—¿Realmente estás apostando tanto? ¿Qué pasa si pierdes?
Él agarró su pecho.
—Oh, mi orgullo y yo estamos heridos. No te preocupes, amor. Nunca pierdo.
Ahí estaba de nuevo. Esa palabra, amor.
—Espero que no, porque mi dinero está en el Camaro.
—¿Así que estás apostando en el auto sin tener en cuenta el conductor? —Chasqueó la lengua—. ¿No te he enseñado algo?
Me sentía como un poco descarada así que deslicé mis brazos alrededor de su cintura y lo atraje hacia mí.
—Me has enseñado un montón.
Puso su cara en mi cuello y frotó su cara desaliñada contra mí.
—Espero enseñarte más muy pronto.
Había dado este pensamiento y no tenía ni idea. ¿Adónde iríamos en nuestro tiempo a solas?
—Sabes que estamos en mal, ¿verdad? Teníamos toda mi casa para nosotros y ahora tenemos que encontrar otro lugar para estar solos.
—No te preocupes. Ya se me ocurrirá algo.
—No lo dudo ni por un minuto.
—Vamos, andando
Miré el reloj.
—Es casi una hora antes de que comience la carrera. ¿Normalmente vas tan temprano?
—No, pero no puedo evitarlo. Quiero ir temprano, así puedo presumir por mi novia. Mis amigos van a derramar semen en sus pantalones cuando vean lo caliente que eres.
Tal vez debería haber estado ofendida por eso, pero yo no lo estaba. Me sentí halagada.
—Bueno, por supuesto, vayamos allí, así el derramamiento puede comenzar.
Él puso su brazo alrededor de mi hombro y me atrajo hacia sí mientras caminábamos hacia el auto.
—Tú eres la novia más genial. La mayoría de los chicas dirían algo así como «Eww, eso es asqueroso. No digas cosas como esas».
—Tu primera impresión de mí no fue tan precisa y vas a tener que darte cuenta en algún momento que no soy esa pequeña flor delicada que tú creías que era. No hay nada delicado acerca de mí.
Llegamos a La Línea casi una hora antes de la carrera y la gente ya estaba haciendo cola y pasando el rato junto a la carretera. Peter aparcó su Camaro en la línea de salida y me dijo que me quedara dentro para que pudiera abrir la puerta para mí. Quería que todos supieran que estaba con él.
Salí y casi de manera tangible pude sentir los ojos fijos en mí. Era incómodo y me pregunté cuántas de las chicas mirándome fueron uno de los números no identificables. Tenía que superar eso. No podía mirar a todas las chicas alrededor y constantemente tener eso en mi mente porque me volvería loca. Peter y yo estábamos juntos.
Él me trajo aquí porque quería que todos supieran que somos una pareja. Era así de simple. Él sostenía mi mano posesivamente mientras me presentaba a tanta gente que no podía recordar ninguno de sus nombres. Algunos de los chicos no dijeron una palabra cuando me presentó y me reí para mis adentros mientras me preguntaba si estaba presenciando el momento de derramamiento de semen. Se estaba acercando la hora de la carrera y el oponente de Peter se detuvo y aparcó junto a su Camaro en la línea de salida.
Salió de un Corvette muy similar al de mi papá y yo me encogí un poco, porque sabía lo rápido que el auto podía ir. Peter debió ver la preocupación en mi cara.
—Cara de Muñeca. Todo va a estar bien. Le voy a ganar. Recuerda, no es sólo el auto. También es el conductor.
Traté de lucir confiada, pero no estaba segura de haberlo hecho muy bien.
—Lo sé. Hombre, yo sólo quería que esto termine.
Me ponía demasiado nerviosa. Vico gritó la advertencia de tres minutos y yo sabía que era el momento para el beso de la buena suerte de Peter. Él me tomó en sus brazos.
—He estado pensando en esto por un día y medio.
Puse mis brazos alrededor de sus hombros.
—Un beso de la buena suerte es mucha presión para una chica.
—Tengo plena confianza en ti. Y tus labios.
Enganchó un brazo alrededor de la parte trasera de mi cuello y el otro en mi espalda baja. Él empezó a besarme y me inclinó hacia atrás como la famosa fotografía del soldado besando a la enfermera en Times Square. Escuché un montón de silbidos, aplausos y gritos mientras me besa, pero no me importaba. Era una de las cosas más románticas que jamás había experimentado.
Me ayudó a enderezarme de nuevo y me estabilizó sobre mis pies.
—Todo el camino hasta los dedos del pie, como lo habías prometido.
Mi corazón latía con fuerza y me sentía un poco mareada.
—Todavía siento un cosquilleo.
—Aférrate a ese cosquilleo y continuaremos donde lo dejamos cuando termine de fumar a este payaso.
—Trato.
Él ya estaba en su auto y le lancé un beso mientras caminaba hasta la línea de meta, donde estaban los demás. Encontré un lugar justo en la línea de frente y me retorcí las manos mientras esperaba con impaciencia verlo cruzar la línea de pintura roja primero.
—Te está utilizando. Lo sabes, ¿verdad?
Me di la vuelta y vi a la ramera que trató de tirarse encima de él la noche que nos conocimos.
—¿Perdón?
—Peter sólo te está usando por sexo
Tuve que reír en voz alta por eso. Podría argumentar que tendría que estar teniendo relaciones sexuales con él, para ser utilizada, pero no iba a decídeselo porque no era de su incumbencia.
—Ahora sería el momento perfecto para que te conviertas en una persona desaparecida así que lárgate y piérdete.
—¿Sabe Peter lo perra que eres?
Ella dijo que yo era una perra como si fuera algo malo. Esta chica no quería comenzar una pelea conmigo porque era una batalla que no ganaría. Yo era una sarcástica genio.
—Sí que lo hace y le encanta las cosas que mi boca inteligente puede hacer con él
—Bueno, déjame que te abandone con este pensamiento. Cuando el te tenga en su asiento trasero para joderte, sólo recuerda que él me tuvo allí en primer lugar.
—Gracias por el consejo. Voy a limpiar el asiento de atrás con lejía antes de desnudarme. —Quería vomitar, pero no la dejaría ver la forma en que me había sacudido así que puse mi cara de póquer y me preparé para mi siguiente mejor respuesta—. Mira, esta perra no quiere ser uno de tus noventa y nueve problemas, ¿así que puedes por favor encerrar tu rabia antes de que encienda la batiseñal de mierda?
—No te hagas la lista conmigo
Utilicé mi mejor voz condescendiente y créeme, fue una impresionante.
—Cariño, si me hiciera la lista contigo, ¿cómo lo sabrías?
—Maldita perra inteligente
—Bien jugado. —Mis palabras rezumban con sarcasmo mientras aplaudía dramáticamente con mis manos—. Simplemente has gastado un minuto de mi tiempo que nunca recuperaré así que vete porque ya me has deleitado bastante con de tu presencia.
—Espero que él te utilice como lo hizo conmigo.
Miré mi reloj.
—Hmm. Danos unos quince, quizás veinte minutos y seguro estaremos justo en eso.
Sarcasmo, insulto y burla... mi trabajo aquí estaba hecho.
Fingí un besuqueo y ella pensó que no iba a obtener nada más de mí así que se dio vuelta y se fue enfurecida. Cuando regresé mi atención a la carrera, ya había terminado y ni siquiera sabía quién ganó.
Parecía que todo el mundo iba a felicitar a Peter, así que supuse que era una buena señal de que había ganado. Me quedé atrás para que sus aficionados puedan hablar con él, pero le oí llamándome sobre la multitud.
—Estoy aquí —dije en voz alta en medio de la multitud.
Se abrió paso entre la multitud para llegar a mí, al igual que la primera noche que nos conocimos. Envolvió sus brazos alrededor de mí y me levantó para dar una vuelta rápida.
—Esa fue para ti, amor.
se borro el otro cap pero salve este
bueno se me había
Bueno se me habia olvidado avisar q este mes no iba a subir por q comenzaba mis estudios
LAS QUIERO Y COMENTEN
siempre sueña y vuela , solo cierra tus ojos e imagina por que lo que lo esencial a la vida es invisible a los ojos , y tus sueños están en lo mas profundo de tu alma
lunes, 28 de marzo de 2016
martes, 1 de marzo de 2016
capitulo 18
Di mi nombre
Peter
Se sintió bien abrirme y contarle a Lali sobre mi mamá y lo que ella había hecho. Lo más importante, fui finalmente capaz de admitir cuan doloroso fue.
Cuando decidí compartir esa parte de mi vida, no me di cuenta de cuanto estaba abriéndole mi corazón a ella. Con sólo una mirada en sus ojos, supe que estaba ofreciéndole un pedazo de mí mismo y estaba aceptándolo felizmente.
No intentó darme palabras genéricas sobre cómo no fue mi culpa o cómo todo iba a estar bien. Simplemente sostuvo mi mano mientras me escuchaba contarle cuan dañado estaba y fue cuando no tuve ninguna duda. Amaba a esta chica y finalmente comprendí ese lugar sobre el que mi papá me advirtió… el punto de no retorno.
Lali y yo estábamos tendidos en el sofá lado a lado en la oscuridad con sólo la luz de la luna viniendo a través de la ventana. Había sido un largo rato desde que alguno de los dos hubiera dicho algo. Lali estaba sin emociones y pensé que se había dormido pero luego rodó para encararme y puso sus brazos alrededor de mi cuello.
—No te vayas.
Le di un suave beso y tiré de su labio inferior con mis dientes.
—Me quedaré tanto tiempo como quieras.
—Eso no es lo que quise decir. —Me besó ligeramente en la boca—. No voy a ir a casa de Gime y quiero que te quedes conmigo.
En cualquier otro caso hubiera tomado eso como una invitación para sexo, pero no con Lali después de nuestra discusión y yo estaba bien con eso.
—Lo haré si tú quieres.
—Es lo que quiero.
—Necesitaré dejarle saber a papá que no voy a ir a casa esta noche. —Alcancé mi teléfono en mi bolsillo y le envié un mensaje a papá.
Quedándome donde un amigo esta noche. Conductor designado en la mañana.
Él preguntaría donde había estado cuando llegara a casa y no iba en plan de mentir. Eso sin duda causaría una discusión, así que supuse que Lali y yo estábamos en situaciones muy similares.
Cuando nuestra relación llegara a oídos de nuestros padres, estarían de acuerdo en mantenernos separados incluso si las razones fueran distintas. No iba a desperdiciar otro minuto de mi precioso tiempo con Lali preocupándome sobre mi confrontación con mi papá porque todo lo que me importaba era tenerla en mis brazos.
—¿Puedo llamar a Euge realmente rápido? Como que necesito verificarme con ella y Nico porque podría posiblemente deberles una disculpa.
—¿Qué sucedió?
—Fui a la casa de Euge esta mañana porque necesitaba hablar con ella. Cuando entré, la casa estaba súper silenciosa así que pensé que todo el mundo estaba en el trabajo y ella estaba durmiendo tarde. Fui a despertarla para tirar de sus sábanas y gritar, «Levántate y brilla.» Bueno, allí hubo algo de levántate y definitivamente un poco de brilla porque Nico estaba en la cama con ella y no estaban usando ropa.
—Sabía que él estaba metiéndose en su cama.
El teléfono de Lali sonó justo antes de que lo alcanzara y vio que era Euge.
—Juro que creo que tenemos telepatía algunas veces. —Deslizó la barra y dijo—. Oye, estaba a punto de llamar para decir de nuevo cuanto lo siento por meterme en tu habitación. No tenía idea. Juro que pensé que él estaba en el trabajo.
Miró hacia mí y sonrió.
—Está en mi casa justo ahora.
Dibujo un corazón invisible en mi pierna con su dedo.
—Estamos juntos, juntos.
Señaló a su teléfono y rodó sus ojos.
—Sé eso. Tomamos la misma clase de Biología. ¿Recuerdas?
Esto tenía el anillo de conversación de sexo seguro sobre ello.
—Tal vez deberías tomar tu propio consejo porque estoy bastante segura que fue a ti que encontré desnuda con tu novio esta mañana. El mismo novio con quien dices no estar teniendo sexo. —Sip, ella definitivamente estaba tratando de darle a Lali la conversación de sexo seguro.
—Te creo. —Sostuvo su teléfono para mí—. Nico quiere hablarte.
Caí de espaldas de nuevo contra el sofá y gemí.
¿En serio?
¿Cuándo iba a detener esta mierda de hermano protector?
Iba en serio a volarme la cabeza si él trataba de agregar insultos a la herida por darme la conversación de sexo seguro cuando no estaba consiguiendo ninguno.
Tomé el teléfono de Lali, preparado para decirle a Nico que se jodiera a si mismo si comenzaba a sermonearme.
—¿Qué pasa?
—Euge dice que tú y Lali están juntos ahora.
Me sentí de inmediato ponerme a la defensiva.
—Eso es cierto. —Esperé por ello. Espera por ello y aquí estamos con las advertencias sobre como mejor no la lastime, pero eso no fue lo siguiente que vino.
—Estoy feliz por ti, hombre. Creo que serán buenos el uno para el otro.
Eso no era lo que esperaba oír.
—Gracias, hombre, y para que lo sepas… planeo ser bueno para ella.
—Te creo, pero si la lastimas, Euge hará cierta su amenaza de tirar tus bolas arriba sobre tus orejas. —Ahora, esto era más como ello. Eso es más como lo que esperaba escuchar de él.
—Ninguno de nosotros tiene que preocuparse porque no voy a lastimarla. Lo juro.
Me envolví en mi conversación con Nico y le pasé el teléfono de nuevo a Lali, así ella podría decirle adiós a Euge.
Cuando colgó el teléfono, miró hacia mí y sonrió.
—Sobreprotector, ¿eh?
—Tal vez un poco.
—Un poco mi culo. Creo que están asustados que llegaremos a ello antes de que ellos lo hagan.
—¿Qué? Ellos viven en la misma casa. ¿Realmente piensas que él no está aporreándola cada noche? —Ooh, mala elección de palabras para decir a mi nueva novia—. Lo siento. Eso no salió bien.
—Peter, puedo ser una virgen pero mis oídos no lo son. Estoy bien contigo llamándolo «aporrear». Sucede que tengo algunos nombres muy coloridos para ello yo misma.
Hombre, ella ya era una novia impresionante y no podía esperar para escuchar lo que sus coloridos nombres eran.
—No voy a decir que él no ha probado su néctar, pero confía en mí. Ellos no están cerrando lomos. El papá de Euge puso un bloquea polla en Nico. Le advirtió antes de que se mudara con ellos que si descubría que estaban teniendo sexo, él estaba fuera sobre su trasero. Realmente fue un movimiento muy inteligente de parte del Dr. Suarez. Si no le hubiera dejado a Nico mudarse, Nico estaría escondiendo la serpiente en Euge cada día. De esta forma, consigue mantener un ojo en ellos y hace a Nico mantener a su hija virgen.
¿Otra virgen?
No tenía idea de que allí hubiera tantas. Debe ser una cosa de Franklin porque seguro no era una cosa de Collinsville.
—Hay muchos lugares al que podría llevarla, así su papá no los atraparía.
—Euge le ha rogado, pero él no va a hacerlo porque le prometió al Dr. Suarez que no lo haría. Creo que es una cosa de honor con él por causa de la forma en que creció. Quiere probar que puede hacer lo correcto incluso si fue criado por dos de las personas más indignas en el mundo.
—Entonces… ¿cuál es el trato? ¿Él va a casarse con Euge antes de cerrar los lomos?
—Lo has entendido y por lo que vi esta mañana, se estarán casando mucho más pronto de lo que pensé. No hay forma que se contengan hasta que hayan terminado la universidad si ya se están desnudando juntos. Esa pequeña serpiente no me dijo que estaban haciendo todo menos el hecho en sí mismo.
Guao.
Nico realmente había resultado ser una especie de chico sólido y repentinamente me sentí inferior. Lali quería alguien como él, así que eso es lo que esperaría de mí y me pregunté si podría ser esa persona para ella. Sólo sé que una cosa es segura. Trataría tanto como fuera posible para ser cualquier cosa que ella quisiera que yo sea. Su juego, sus reglas.
Se levantó del sofá y agarró mi mano, dándole un tirón.
—Ven arriba conmigo.
¡Guao!
Sabía que quería que me quedara toda la noche, pero eso sonaba como una invitación para dormir arriba con ella, tal vez incluso en la misma cama. Mientras jodidamente me encantó la idea de estar así de cerca de ella, no estaba seguro que fuera una buena idea.
Meterse en la cama con ella sería como comenzar un juego que podría no ser capaz de contener. Tuve que dejar de pensar de esa manera. Ese era el viejo yo y no debería saltar a conclusiones. Era un error por mi parte asumir que querría que durmiera con ella en la misma cama. Probablemente estaba dejándome en la habitación de invitados. Seguramente tienen suficiente de ellas.
Por favor. Deja que me ponga en la habitación de invitados.
Nope.
Me llevó a su dormitorio.
Dejó ir mi mano y fue hacia la cama y comenzó a lanzar las almohadas en el rincón de su habitación.
—Puedes usar mi baño mientras arreglo la cama.
—De acuerdo. —Eso es todo lo que pude decir y sonó como si viniera de un chico de doce años de edad a través de la pubertad cuando chilló fuera de mi boca.
Fui a su baño y cerré la puerta detrás de mí. Miré alrededor y vi su cepillo de dientes en un sostenedor. Como si fuera una señal, escuché gritar desde su dormitorio.
—Puedes usar mi cepillo de dientes si no es asqueroso para ti.
Nada sobre ella podría alguna vez darme asco. Mi boca ya había explorado cada parte de la suya, entonces, ¿Qué era tan diferente sobre utilizar su cepillo de dientes?
—No me importa si estas segura de que no —grité a través de la puerta.
—Estoy segura.
Cuando terminé de cepillar mis dientes, lavé mi cara con el jabón de chica de Lali que olía igual que ella y luego me desnudé quedándome sólo con mis bóxers y me quedé de pie mirarme en el espejo. Estaba nervioso, pero no sobre lo que estaba a punto de hacer. Era más sobre lo que no iba a hacer.
Traté de sacudir fuera la forma en que ella estaba metiéndose con mi cabeza, pero fue imposible.
Olvídalo.
Iba a salir allí en mis bóxers e iba a subir en esa enorme cama y dormir junto a Lali sin hacer la cosa que más quería hacer. No estábamos cerrando lomos, así que no debería ser complicado, excepto que lo era. Era la cosa más complicada que nunca había hecho con una chica.
Abrí la puerta y caminé fuera como si todo fuera genial, pero definitivamente no lo era. Esto noche iba a ser una larga, y difícil para mí.
Ella pareció sorprendida de verme en nada sino mis bóxers y me pregunté si debería haber dejado mis ropas puestas.
Demasiado tarde.
Hombre. Jodí esto.
Nunca había estado tan inseguro de mí mismo.
—Listo. Todo tuyo. —Traté de ser casual pero no había nada de casual sobre la forma en que estaba sintiéndome.
Fue hacia su cómoda y sacó lo que sea que planeaba usar en la cama. No miré porque habría muerto justo entonces y allí, si era algo sedoso o sexy. Esa era la cosa sobre siempre estar golpeando chicas en mi asiento trasero. Raras veces había estado con una en una cama y estoy seguro que nunca vi a una caminar alrededor usando algo sedoso o sexy.
Entró en el baño y me metí en su cama. Me incliné sobre ella y olí la almohada junto a mí para estar seguro que había elegido el lado en que ella no dormía.
Sip.
La almohada junto a mi olía floral y a frutas, así que supe que ese era su lado. Pareció como si se quedara en el baño una eternidad y me pregunté si estaba tan nerviosa como yo. Imagina eso. No me había puesto nervioso sobre estar con una chica en unos cuantos años, pero aquí esperé a una chica, no estaba en los huesos y no pude estar más en el borde al respecto.
Casi me había hablado a mí mismo por un golpe de pánico completo hasta que abrió la puerta y mi inclinación o torbellino de emociones giró fuera de control de nuevo. Esperaba que saliera usando una vieja camiseta y bóxers como mi hermana vestía para la cama, pero maldición…. ¿qué estaba pensando? Ella vivía en lujos, así que dormía en lujos también.
Estaba usando una camiseta de satín rojo de tirantes con un par de pantalones cortos a juego. Su rubio cabello estaba en un moño en la cima de su cabeza y su rostro estaba frescamente lavado. Estaba terminando de masajear crema en la piel de sus brazos mientras caminaba hacia mí y pude decir que era su olor singular.
Melocotón y flores de cereza.
Ordinariamente no habría tenido idea, pero había visto la botella cuando estaba en su baño. Empujó las mantas hacia atrás y subió en la cama junto a mí. Se giró sobre su costado y apoyó su cabeza en la parte interior de su brazo inclinado. Imité su posición y pasamos los siguientes pocos minutos mirándonos el uno al otro sin hablar, pero no fue torpe. Fue como si estuviéramos llegando a conocer mejor el rostro del otro.
Deslizó su lengua a través de sus labios, algo que noté que hacia un montón cuando no estaba usando brillo labial, y no pude resistir inclinarme para besar su húmeda boca. Al principio, nuestros labios fueron la única cosa tocándose, pero luego ella deslizó sus brazos alrededor de mi cuello mientras deslizó la parte superior de su cuerpo más cerca.
Mi brazo serpenteó alrededor de su cintura y deslicé su cuerpo revestido de satín a través de las suaves sábanas hasta que estuvo firmemente presionada contra mi pecho desnudo.
Bajó una de sus manos desde mi hombro a mi pecho y frotó mi pecho causando que mi pezón se pusiera duro. Lentamente deslizó esa misma mano a través de mi pecho al otro lado y repitió el proceso, excepto que esta vez lo rodó entre su pulgar y dedo índice.
Deslizó su mano de nuevo arriba a mi hombro y movió su boca lejos de la mía a lo largo de mi mandíbula.
—La primera vez que te vi, fantaseé sobre la forma en que tu rostro desaliñado se sentiría contra mi cuerpo.
Moví mi boca por su cuello y me incliné sobre ella, forzándola sobre su espalda.
—Entonces creo que necesitas la experiencia completa así no tendrás que fantasear más.
Podríamos no hacer el amor, pero eso no quería decir que no pudiera mostrarle cuantas buenas cosas además de eso había.
¿Cómo fue que ella lo llamó?
Todo menos el hecho en sí mismo.
Besé su boca suavemente y luego, lentamente moví mi barbilla desaliñada por su garganta a su pecho.
Lentamente y deliberadamente deslicé mis manos debajo de su camiseta de satín así ella tenía más tiempo para anticipar el toque de mis dedos sobre sus pechos. Paseé mis pulgares arriba y abajo en el borde exterior de sus pechos, bromeándola, así querría más.
Levanté su camiseta más alto y ella me sorprendió cuando se sentó para tirarla sobre su cabeza. Lanzó su camisa de satín rojo al piso y luego cayó de nuevo sobre la cama observando mi rostro por una reacción mientras su torso se agitaba arriba y abajo.
—¿Todo menos el hecho en sí mismo?
Su voz fue completamente sin aliento cuando me respondió.
—Sí, todo menos el hecho en sí mismo.
—Di mi nombre.
Miró arriba hacia mí y sonrió.
—Peter.
—Dilo de nuevo, más alto.
Frunció el ceño a mi petición, pero hizo como le dije.
—PETER.
—Eso es lo que vas a querer gritar cuando te haga sentir como la única chica en el mundo.
O mi DIOS!!
pd: las quieiro y comenten
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